Por unanimidad la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que obliga a los fabricantes de videojuegos a rotular la superficie de ambas caras de sus productos donde se indique claramente su nivel de violencia. Además se debe especificar la edad del público que puede utilizar este juego, los que pueden ser caratulados como para todo público, para mayores de 13 años o sólo para adultos.

La iniciativa también estipula que las consolas incorporen un sistema de control parental, de manera que los padres puedan regular la duración y contenidos de los juegos que utilizan sus hijos.

Sin embargo, esta disposición plantea interrogantes debido a que algunas consolas portátiles, como la exitosa Nintendo DS, no cuentan con control parental.

Ahora este proyecto debe pasar al Senado, esperando su promulgación para antes de fin de año.