Este jueves suman cuatro días de bloqueo en la Isla de Chiloé, situación que mantiene aislada a la comunidad, turistas y camioneros.

Esto, a raíz del nulo acuerdo el Ejecutivo y los afectados, quienes rechazaron tajantemente el bono de $100 mil y la canasta familiar, beneficios anunciados por el intendente Leonardo de La Prida.

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Ante lo cual, la microbióloga Mónica Vásquez aseguró que nadie puede determinar cómo se comportará el afloramiento de esta catástrofe.

La académica de la Universidad Católica detalló que se trataría de un brote de la microalga Alexandrium catenella, la que genera toxina paralizante. Situación que la profesional catalogó como uno de los escenarios más complejos que ha debido enfrentar el mundo científico del país.

Vásquez declaró a El Mercurio que aún no se conoce con precisión cuál, de todos los probables, es la causa del brote que mantiene a la Isla de Chiloé bloqueada. Por ende, tampoco se puede pronosticar la duración de la catástrofe, ni el perfil de la toxicidad, ya que tampoco existen datos secuenciales de la presencia de la marea roja.

Sólo tenemos la capacidad de ser reactivos, no existe una capacidad proactiva“, aseguró la especialista. Aseverando la reciente iniciativa que desarrollará la creación de un comité científico de investigación exclusivo Los Lagos.

Falta de recursos

Si bien, en 2002 se creó un proyecto de marea roja patrocinado por el Fondef, la profesional cuenta que este programa fue cerrado luego de 18 proyectos desarrollados, ya que no contaban con más financiamiento.

El biólogo marino, Gonzalo Álvarez declaró al mismo medio que, muchas veces los presupuestos que se les son otorgados no alcanzan si quiera, para costear equipos necesarios para desarrollar las investigaciones.

Álvarez aseguró que las floraciones tóxicas se registran en Chile desde 1972, pero pese a esto, aún no se ha creado un organismo que responda a las regiones afectadas. El profesional explicó que a través de un trabajo proyectado y fondos independientes, se podría contar con al menos, información que permita pronosticar y manejar los posibles brotes, como pasa en otros países.

“En Galicia, España, como viven todos el año con toxinas marinas, tienen el centro Intecmar. Son tan avanzados que el mar está dividido en polígonos que abren y cierran si hay toxinas”, destacó el biólogo en contraste con Chile.

El profesional reconoce que si existen esfuerzos del Ejecutivos, pero que éstos no serían suficientes, ya que si no fuera por el registro que desarrolla el Instituto de Fomento Pesquero, ya habrían muertes de personas.

El científico del Centro i-Mar de la Universidad de Los Lagos, declaró que aún no se puede esclarecer si el brote que afecta hoy la zona catástrofe, pero sin embargo “por lo menos, morfológicamente, lo que estamos viendo es lo mismo que hemos observado antes” sostuvo.

Ante lo cual, Vásquez declaró que en el caso de la marea roja, el tratamiento de las aguas es clave, ya que “una medida para evitar que siga expandiéndose es controlar el agua de lastre de los barcos, que es una potencial fuente de contaminación”.

El punto que comparten los profesionales, es la preocupación ante la posibilidad de que la microalga, aún no determinada, se asiente en el área afectada, ya que según explican, una vez que este gran número de ejemplares se ubique en el sedimento, no habrá forma de sacarlos de ahí. Esto debido a que se incrustan en el fondo marino y se resguardan, hasta que las condiciones de vida mejoren. Lo que no saben cuando pueda pasar.