El pasado domingo 28 de febrero se conoció el impactante caso de dos argentinas que viajaban como mochileras por Ecuador, y que fueron halladas muertas en Montañita, localidad turística en la costa a 200 km de la ciudad de Guayaquil.

Marina Menegazzo, de 22 años, y María José Coni, de 21, oriundas de la provincia de Mendoza, estaban de vacaciones en el lugar, y tenían previsto seguir el viaje hacia Perú.

Posteriormente se supo que ambas fueron asesinadas tras resistirse a una agresión sexual. Luego del crimen, los sujetos decidieron envolverlas y llevarlas a un lugar cercano a la playa, lugar donde más tarde fueron encontradas.

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De inmediato comenzaron a leerse numerosos comentarios en redes sociales en señal de repudio al hecho, además de muestras de apoyo a la familia de ambas mujeres.

Sin embargo, hay un texto en especial, escrito por Guadalupe Acosta, que ha generado gran impacto y que ya es viral debido al potente mensaje que entrega.

Maria José Coni/Marina Menegazzo | Facebook

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“Ayer me mataron”

“Ayer me mataron”, señala el escrito, para luego agregar: “Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada”

De esta manera la autora comienza el emotivo relato escrito en primera persona, poniéndose en el lugar de una de las jóvenes argentinas asesinadas en el balneario de Montañita.

“Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después. Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida”, añade Acosta.

El mensaje hace una directa crítica por el hecho de que en vez de preguntarse por la identidad de los sospechosos, muchos se dedicaron a reciminar a los padres de las mujeres.

“Cuestionaron a mis padres, por darme alas, por dejar que sea independiente, como cualquier ser humano. Les dijeron que seguro andábamos drogadas y lo buscamos, que algo hicimos, que ellos deberían habernos tenido vigiladas”, asevera la autora.

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En este punto, el texto comienza a aludir a las diferencias que aún existen hasta el día de hoy entre la visión que hay del hombre y la mujer. “Y solo muerta entendí que no, que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser”, se lee en las líneas.

Respecto al crimen, Guadalupe asegura que “al ser mujer, se minimiza. Se vuelve menos grave, porque claro, yo me lo busqué. Haciendo lo que yo quería encontré mi merecido por no ser sumisa, por no querer quedarme en mi casa, por invertir mi propio dinero en mis sueños. Por eso y mucho más, me condenaron”

El emotivo relato, que puedes revisar a continuación, ha logrado en apenas 7 horas casi 120 mil “me gusta” y ha sido compartido en más de 110 mil oportunidades.

Ayer me mataron.Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron…

Posted by Guadalupe Acosta on martes, 1 de marzo de 2016