La gestión de la llamada crisis de refugiados pasa factura a la canciller alemana Angela Merkel, cuyos índices de popularidad eran positivos hasta la crisis. Su gabinete acelerará la tramitación de la reforma de las leyes de asilo acordada esta semana.
De acuerdo con un sondeo realizado por Insa, para la revista alemana ‘Focus’ publicado este viernes, un 39,9 por ciento de los alemanes con derecho a voto se mostró de acuerdo con la afirmación de que Merkel debería dimitir debido a la política de refugiados actual. Mientras, un 45,2 por ciento declaró estar en desacuerdo y un 14,9 por ciento contestó “no sabe/no contesta”.
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Merkel, que disfrutaba de altos índices de popularidad a principios del año pasado, se ha ido viendo cada vez más aislada, incluso dentro de su coalición de gobierno, en su defensa férrea de una política de apertura con los refugiados procedentes de conflictos como los de Siria o Afganistán.
En respuesta a la presión popular, el jueves se acordó endurecer la normativa de asilo. Un acuerdo que el gobierno de Merkel llevará por la vía rápida al Parlamento, en una reforma que agilizará la expulsión de los refugiados a quienes se rechace como asilados.
Odd Andersen | AFP
Rechazo desde sectores políticos
Especialmente críticos con Merkel fueron los partidarios del partido populista de la derecha Alternativa para Alemania (AfD) con un 64,6 por ciento, seguidos de los de La Izquierda (45,4 por ciento), los Liberales (44 por ciento), de los del Partido Socialdemócrata (41,3 por ciento) y de Los Verdes (30,2 por ciento).
Más moderados se mostraron los seguidores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y Unión Cristianosocial (CSU), entre los que sólo un 26,6 por ciento afirmó estar a favor de que la mandataria cristianodemócrata deje su puesto al frente del país.
Otra encuesta publicada el viernes por Elector Research Group mostró que el apoyo al bloque conservador de Merkel permaneció estable en un 37 por ciento, mientras que el respaldo al SPD también siguió cambios en un 24 por ciento.
