Japón calificó este lunes de “profundamente lamentables” las revelaciones hechas el viernes por WikiLeaks según las cuales Washington espió a políticos y grandes empresas niponas.

“Me abstendré de hacer comentarios”, declaró el portavoz gubernamental Yoshihide Suga en una rueda de prensa. No obstante, agregó que “de ser cierto, Japón, como aliado (de EEUU), encontraría los hechos realmente lamentables”.

Suga añadió que Tokio estaba comprobando con Estados Unidos la veracidad del informe publicado por la organización especializad en filtraciones.

“Pedimos encarecidamente al director de inteligencia nacional de Estados Unidos (James) Clapper que verifique los hechos”, agregó el vocero nipón.

La acusación de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense espió a uno de sus aliados llega tras revelaciones similares de escuchas a otros países como Alemania o Francia.

Japón es uno de los socios clave de Washington en la región de Asia-Pacífico y ambos países cooperan regularmente en materia de defensa, economía o comercio.

La filtración coincide con las complejas negociaciones de un vasto tratado de libre comercio conocido como Asociación Transpacífica, que no llega a concretarse tras varios días de conversaciones en Hawai.

La organización fundada por Julian Assange publicó la lista de “35 objetivos secretos” de la NSA en Japón, entre ellos el gobierno japonés y empresas japonesas como Mitsubishi, señaló WikiLeaks. Numerosos responsables del Banco Central (BoJ), incluido el gobernador Haruhiko Kuroda, también fueron objeto de escuchas, según WikiLeaks.

No se menciona el primer ministro Shinzo Abe pero sí a altos responsables gubernamentales, como el ministro de Comercio, Yoichi Miyazawa.

Según WikiLeaks, Estados Unidos Habría interceptado “deliberaciones internas de Japón sobre temas como las importaciones de productos agrícolas y las discrepancias comerciales o las posiciones japonesas en la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio”, entre otros.