Un adolescente en Estados Unidos parece haber encontrado pedazos de cerebro en su pollo frito, adquirido en la cadena KFC.

Su caso fue denunciado a los medios, específicamente a la televisora californiana FOX40, donde comentó lo asqueroso que fue al comer, observar que su comida parecía tener restos de cerebro.

Manuel Cobarubies, estudiante de secundaria del Stockton High School, capturó los restos y se los envió por Twitter a la estación, que luego se contactó con él.

Pidiendo un reembolso, Cobarubies criticó la nula atención de KFC, que hasta antes del reportaje, no daba luces de alguna respuesta.

Richard Ramos, asistente de KFC, telefoneó a Cobarubies y le aseguró que lo que él veía como parte de un cerebro, era más bien pedazos de riñón, o similar, por lo que digerirlo era completamente inofensivo.

Posteriormente se juntó con él y le entregó los 4 dólares ($2.490) que le salió el almuerzo, dinero que tanto reclamaba por la comida que no pudo disfrutar.

Ramos aseveró que se encuentran mejorando el proceso en la cocina, para evitar que estos órganos lleguen a los consumidores.

Pero este hecho no parece ser para nada aislado, ya que según demuestra el británico Huffington Post sobre el mismo tema, otros usuarios en Twitter han denunciado por años ver partes asquerosas en sus pollos fritos. ¿No lo crees? Mira esto.