Para la gran mayoría de las personas ir al dentista está lejos de ser una experiencia agradable, ya que es inevitable asociarla al dolor, lo que produce una serie de miedos y ansiedades. Sin embargo, en la actualidad existe un método que ayudará a dejar atrás esta angustia.

Se trata de la sedación consciente, una innovadora y segura técnica que elimina toda sensación negativa a la hora de un procedimiento odontológico. “La sedación, como arma terapéutica, es una derivación de las subespecialidades de la anestesia, que busca es mantener al paciente relajado y que toda la ansiedad, el miedo y los traumas previos que pueden traer con otro colegas, se olviden. Les permite estar mucho más presente y sin tanta ansiedad durante el procedimiento”, explica la Dra. Emilia Barros, cirujano dentista de Clínicas Norden, parte del Grupo Odontológico Norden.

Esta sedación consciente se realiza mediante la inhalación de óxido nitroso, comúnmente conocido como gas hilarante o gas de la risa, que produce un estado de relajo, que permite al paciente estar lúcido durante el procedimiento. “La persona sabe quién es, dónde está, si le duele algo me lo puede decir porque puede identificarlo, pero el nivel de ansiedad o miedo se elimina por completo”, asegura la Dra. Barros.

El óxido nitroso se aplica con una pequeña mascarilla en la nariz del paciente, donde un especialista evalúa el grado de gas que se administrará. Además, dado la sensación de confort que experimenta la persona, existe una percepción de que la duración del procedimiento es mucho menor al real.

Seguridad y rápido efecto

Este tipo de sedación es el método más seguro en este ámbito, ya que no es metabolizado por el cuerpo y no tiene efectos secundarios, permitiendo que el paciente se recupere rápidamente, al contrario de otro tipo de sedaciones, que dejan efectos residuales por más de 24 horas. “Cuando se corta el óxido nitroso, la persona vuelve a estar completamente consciente a los 2 ó 5 minutos y se puede ir manejando a la casa”, indica la cirujano dentista de Clínicas Norden.

“Es una sedación súper segura. En Estados Unidos y en Inglaterra lo usan las mujeres al momento del parto. No requiere pabellón, ni máquina de anestesia, ni tampoco anestesista. No hay que pinchar al paciente, sino que el paciente respira por una mascarilla, que incluso tiene olor y se puede elegir entre frambuesa, menta o naranja. Esto quita todo lo incómodo que puede tener el hecho de sedar a un paciente. Es mucho más fácil desde la logística y desde el punto de vista económico también”, añade Emilia Barros.

Ideal para los niños

La Dra. Barros explica que el óxido nitroso se usa mucho en pediatría por la seguridad que ofrece. “Sedar con pastillas, algo que lamentablemente se usa en nuestro país, tiene sus riesgos y un efecto paradojal; el niño se puede alterar o puede generar un paro respiratorio. Uno nunca sabe cómo va a terminar”.

La sedación consciente está contraindicada para pacientes que usan medicamentos antipsicóticos o para dormir en grandes dosis o de manera muy reciente, ya que el óxido nitroso puede interactuar con estos medicamentos provocando mareos. En estos casos, Clínicas Norden realiza una interconsulta con el médico tratante para autorizar la administración de éste.

“La persona siempre está sujeta a evaluación, porque si hay un paciente que tiene una rinitis fuerte – que nopuede respirar por la nariz – no puede utilizarlo, porque no lo aspira. También hay otros procedimientos que son más largos o más invasivos, donde el paciente debe estar más sedado para que coopere más. En esos casos, no se puede. Por eso es importante evaluar cada paciente”.

La doctora agrega que en el caso de un paciente mayor, con una hipertensión que no esté bien controlada, que tome varios medicamentos, y/o que haya tenido un infarto o respuestas no ideales a una anestesia general, necesita anestesista, porque el manejo es más fino y debe estar controlado.

“Pero para el amplio mundo de procedimientos odontológicos como: limpiezas, endodoncia, procedimientos quirúrgicos menores, tallado de las coronas, entre otros; está súper indicado este método, lo que sucede para el 90% de los procedimientos que realizamos. Los pacientes quedan felices y se olvidan de los traumas. En el inconsciente colectivo se cree que ir al dentista es lo peor que te puede pasar, pero eso hay que cambiarlo”, puntualiza la profesional.