La presidenta argentina, Cristina Fernández, acusó este miércoles a las automotrices de retener stock y boicotear políticas públicas de incentivos a la compra de vehículos nuevos, mientras suspenden trabajadores por una supuesta caída de ventas.

“Por un lado suspenden gente y por otro se ponen a boicotear”, dijo la mandataria en un acto público en la Casa Rosada, en el que acusó a las automotrices de “esconder los autos”.

Según datos del sector, la producción de automóviles cayó en agosto un 34,5% en relación al mismo mes del año pasado y también cayó un 18% la exportación.

“El sector boicotea políticas públicas destinadas a terminar con las suspensiones y a que los argentinos tengan autos 0 KM”, dijo la mandataria al anunciar que extenderá el plan oficial para financiar a tasas bajas la adquisición de automóviles nuevos, una de las políticas de incentivos hacia un sector de peso en el mercado laboral.

La industria automotriz ha sido un motor del crecimiento económico argentino desde 2003, pero sufre derrumbes de producción y ventas que ha traducido en suspensiones de personal, en muchos casos acordadas con los sindicatos.

Según datos oficiales, la producción industrial en su conjunto retrocedió 2,8% entre enero y julio de 2014 respecto al mismo período de 2013.

La economía argentina manifiesta síntomas de recesión, con caída del poder adquisitivo del salario por efecto de una inflación que se proyecta al 30% anual y la incertidumbre financiera en medio de la batalla legal con fondos especulativos por bonos impagos de la deuda.