La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, acusó el viernes en Ginebra a Estados Unidos de querer financiar “acciones violentas” en su país después de que parlamentarios norteamericanos propusieron desbloquear fondos para ayudar a organizaciones y activistas.

Los parlamentarios estadounidenses pidieron que ese “dinero” sea desbloqueado “indudablemente para financiar estas acciones violentas que se han venido produciendo en Venezuela, para comprar C4 (sustancia explosiva)”, declaró Díaz durante una conferencia de prensa en Ginebra, al margen del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU.

También advirtió que “Venezuela es un país independiente, soberano. Venezuela tiene el derecho de resorber sus propios conflictos. Rechazamos cualquier injerencia de cualquier país del mundo.”

Luego agregó que en conformidad con el artículo 40 de la Constitución, “sancionaremos a aquellos que reciban financiamiento de gobiernos extranjeros para hacer política en Venezuela.”

El jueves, senadores norteamericanos presentaron un proyecto de ley que prevé instaurar sanciones contra las autoridades de Venezuela que estén implicadas en las violaciones de los derechos humanos y desbloquear 15 millones de dólares para ayudar a diversas organizaciones de defensa de los derechos humanos, periodistas, activistas y otros manifestantes perseguidos en Venezuela.

Ese proyecto, patrocinado por tres senadores demócratas y dos senadores republicanos, será discutido en principio dentro de dos semanas ante el Comité de Asuntos Exteriores del Senado.

Al ser interrogada este viernes sobre las sanciones económicas estudiadas por Estados Unidos contra Venezuela, Ortega Díaz preguntó irónicamente a los periodistas: “¿Y es que Estados Unidos es el policía del mundo? ¿Quién le ha dado la autoridad de sancionar a las personas, sancionar a los gobiernos, sancionar a los Estados? ¿Ellos son el fiscal del mundo? ¿Ellos son el tribunal del Mundo? Porque en ese caso yo voy a sancionar a Estados Unidos por violación de los derechos humanos en Guantánamo, por la invasión a Vietnam, a Afganistán, por los atropellos que ha cometido en Sur América y Centro América, por el golpe de Estado en Chile, Nicaragua, y tantos otros que se me escapan”, declaró.

“Somos un país independiente, yo quiero recordar que nosotros respetamos la autodeterminación de los pueblos”, insistió.

El miércoles pasado, el secretario de Estado norteamericano John Kerry dijo que Estados Unidos estaba “preparado” para imponer sanciones contra Venezuela, aunque insiste en abogar por un esfuerzo americano para impulsar una solución a la crisis por la ola de protestas antigubernamentales en ese país.

Venezuela vive desde hace un mes una ola de manifestaciones contra la inseguridad, la inflación de 56% anual, la escasez de productos básicos, la represión de los cuerpos policiales y la detención de activistas. Cada día se producen protestas, bloqueos de calles y choques entre fuerzas del orden y manifestantes radicales.

El principal blanco de esa contestación es el presidente Nicolás Maduro, electo por escaso margen en abril pasado, quien denuncia un “intento de golpe de Estado” fomentado con ayuda de Estados Unidos.

El jueves, Luisa Ortega Díaz informó en Ginebra que las protestas de Venezuela ya habían dejado 28 muertos y 365 heridos.

“En total tenemos 28 fallecidos” desde el inicio de las protestas, afirmó durante una conferencia organizada por Venezuela sobre los “avances” realizados por su país en materia de derechos humanos.