La ministra de Obras Públicas, Loreto Silva, junto a la directora general de Obras Públicas, Mariana Concha, al director nacional de Vialidad, Mario Fernández, al fiscal nacional del MOP, Franco Devillaine, y al inspector fiscal de la asesoría del proyecto Puente Chacao, Matías Valenzuela, entregó este martes detalles respecto al método constructivo en relación al puente sobre el canal del Chacao.

El viaducto, que unirá la Isla Grande de Chiloé con el continente, tendrá 2.750 metros de largo y su construcción contemplará un alto grado de innovación tecnológica debido a las características de su diseño.

La ministra Silva indicó que el puente “representa una gran oportunidad para Chile, no solamente en términos de conectividad, de integración y de generar igualdad de oportunidades como lo ha planteado el Presidente Sebastián Piñera, sino que también representa una oportunidad inmensa de aprendizaje, y es por eso que toda la gente del MOP que le ha tocado el privilegio de participar en este proyecto está tan contenta”.

Según explicó la autoridad, el diseño presentado por el consorcio OAS-Huyndai-Aas Jackobsen-Sistra contará con una construcción sostenida por tres pilares, de los cuales el más alto (199 metros) estará en la ribera norte del Chacao, seguido por uno central (175) que tendrá un diseño de “Y” invertida y el último que se ubicará en la parte sur (157). Entre pilar y pilar las distancias serán mayores a mil metros.

Asimismo, se construirán dos macizos de anclaje, en la ribera norte y en la sur, que serán los encargados de sostener y tensionar todo el sistema de cables del puente. En tanto, el tablero, por donde circularán los vehículos, será de cuatro pistas, que permite una capacidad máxima de seis mil vehículos por hora.

La titular del MOP destacó que “este puente es socialmente rentable. Fue evaluado técnicamente, se puso un tope máximo de inversión porque junto con tratar de cumplir los sueños hay que ser responsables. Así lo ha pedido el Presidente de la República y este puente genera un beneficio social acorde a la inversión que se está realizando”.

Además, precisó que el proyecto “se paga en seis años, y contra estado de avance físico. Es decir, tiene que haber obras para que el Estado de Chile efectúe desembolsos”.

“No se paga contra avances de ingeniería, como pasó en el modelo anterior, y esto tiene por objeto generar un adecuado incentivo para que la empresa termine a tiempo la obra y, por otra parte, dar las suficientes garantías al Estado de Chile”, acotó.