Más de 36.000 atletas, entre ellos algunos de los mejores especialistas mundiales y el doble campeón olímpico Mo Farah, disputarán el domingo en las calles de Londres uno de los maratones más prestigiosos del mundo, con la seguridad reforzada tras el atentado en Boston.

Al día siguiente de la tragedia, que causó tres muertos y más de 180 heridos en Boston, los organizadores del maratón de Londres anunciaron que la prueba tendría lugar como estaba previsto, aunque con un aumento de las medidas de seguridad.

“He aumentado en varios centenares el número de oficiales de patrulla”, declaró la comisaria Julia Pendry, de Scotland Yard.

“El objetivo es garantizar que la gente que venga a Londres el domingo se sienta segura cuando esté en la ciudad. Se ha dado un aumento de más del 40% con respecto al año pasado de oficiales sobre el terreno”, añadió.

Scotland Yard y la policía de Boston están en contacto permanente y “a la hora actual, no existe ningún lazo entre las atrocidades cometidas en el maratón de Boston y el que se disputa en Londres el domingo”, señaló Pendry.

“El maratón es un evento habitual en el que los organizadores tienen un muy buen balance de seguridad”, declaró la ministra británica del Interior, Theresa May.

Centenares de miles de espectadores son esperados a lo largo de los 42,195 km del recorrido, que comienza en Greenwich, en el este de Londres, y que termina cerca de Buckingham Palace, tras pasar por varios lugares emblemáticos de la capital, como los rascacielos de Canary Wharf, el Tower Bridge, el Big Ben y el parlamento, cerca de la meta en el Mall.

Los organizadores aseguraron haber hecho “todo lo que puede ser razonablemente hecho” para garantizar la seguridad de la carrera.

“No entraré en detalles de las medidas tomadas ya que eso podría ayudar a los que quisieran intentar algo”, declaró el director del maratón, Nick Bitel.

Los participantes, que fueron invitados a llevar un brazalete negro durante la carrera, respetarán un minuto de silencio antes de la salida en homenaje a los muertos y a los heridos de Boston.

Por cada corredor que cruce la línea de meta, los organizadores donarán dos libras (2,35 euros) para un fondo de ayuda a las víctimas.

Los principales atletas inscritos confirmaron su participación, incluso si el drama de Boston estará inevitablemente presente el domingo.

“Pensamos en ello. Como seres humanos, estamos afectados por lo que ha pasado”, confesó la etíope Tiki Gelana, campeona olímpica de maratón el año pasado en Londres y una de las favoritas de la prueba femenina, junto a la keniana Edna Kiplagat, campeona del mundo.

En la prueba masculina se registra una atractiva participación. Para conservar su título, el keniano Wilson Kipsang deberá batir a su compatriota Patrick Makau, poseedor del récord del mundo, y al ugandés Stephen Kiprotich, campeón olímpico el pasado año.

Pero el atleta más esperado es el británico Mo Farah, oro de 5.000 y 10.000 metros en los Juegos, que solo correrá la mitad de la distancia, como preparación a su verdadero debut en maratón el próximo año.

Esta decisión fue juzgada como “extraña” por su compatriota Paula Radcliffe, poseedora del récord del mundo, y Farah tuvo que defenderse de las acusaciones de que corre solo por dinero.

“Cuando se corre una carrera como campeón olímpico hay una retribución, pero decir que solo lo hago por eso, es falso e hiriente”, dijo.

El atentado de Boston dio al británico una razón más para participar. “Mi pensamiento va a aquellos que se han visto afectados, a sus familias y a sus seres queridos. Ellos desearían que nosotros continuemos para mostrar nuestro apoyo”, señaló Farah.