Argentina dará un paso más en la élite del rugby mundial este próximo sábado cuando rinda visita a los míticos All Blacks en Nueva Zelanda, en la tercera jornada del Rugby Championship, en el Westpac Stadium de Wellington, a partir de las 04H35 hora de Chile.

Los Pumas no han desentonado en el inicio del prestigioso torneo del hemisferio sur: derrota digna en Sudáfrica (27-6) y un empate ante el mismo rival en Mendoza (16-16) en un encuentro en el que tuvieron la victoria cerca.

El desplazamiento a Nueva Zelanda constituye un nuevo desafío en el proceso de aprendizaje de los Pumas, puesto que si bien Sudáfrica no pareció muy inspirada, sobre todo en el segundo partido, los All Blacks han impresionado en su doble enfrentamiento contra Australia (27-19 en Sídney y 22-0 en Auckland) con un juego potente, veloz y muy técnico.

“Son los mejores del mundo”, resume el jugador Santiago Fernández. “Hará falta realizar el partido perfecto, meterles mucha presión, porque si se les deja jugar son despiadados”, subrayó.

“Está bueno poder jugar ante ellos y codearse con los mejores. Si juegas ante los mejores equipos, vas a crecer sí o sí. A su vez, es difícil, porque tienes que estar a su altura, con un gran nivel y concentración. Nosotros apuntamos a entrar a hacer el mejor papel posible y a crecer”, coincidió el pilar Juan Figallo.

Los seleccionados argentinos entrenaron este jueves por la mañana en un gimnasio, realizando suaves ejercicios físicos. Por la tarde, repasaron distintas situaciones del juego, bajo la atenta mirada de todo el equipo técnico.

Para su choque contra los All Blacks, los Pumas podrán volver a contar, una vez repuesto de su lesión, con su apertura Juan Martín Hernández y con el tercera línea Juan Manuel Leguizamón, que no jugaba con Argentina desde el Mundial de 2011.

Por parte neozelandesa, la calma reina en los All Blacks, que no pierden en su país desde el 12 de septiembre de 2009 (derrota ante Sudáfrica por 32-29) y que nunca han perdido ante los Pumas (13 victorias y un empate en catorce enfrentamientos).

El combinado oceánico, sin embargo, no podrá contar con su estrella, el apertura Dan Carter, que sufre de una contractura en su pierna izquierda.

Su sustituto será Aaron Cruden, pero esta circunstancia no ha alterado a los All Blacks, como tampoco la marcha, prevista, de Sonny Bill Williams a la liga japonesa tras el regreso de Conrad Smith (58 partidos como internacional), recuperado ya de una operación en un ojo.

El seleccionador Steve Hansen ha previsto cuatro cambios en su 15 inicial con respecto al último partido: Tony Woodcock (87 partidos con los All Blacks) volverá a la delantera, Brodie Retallick (21 años, 5 encuentros internacionales) será titular en la segunda línea, Victor Vito sustituirá a Liam Messam en la tercera línea y Julian Savea tomará el puesto de Hosea Gear en el wing.

Quizás con esos cambios Hansen pretenda despistar a Graham Henry, seleccionador Black entre 2003 y 2011 y que en los últimos meses asesoró a los Pumas para mejorar el rugby argentino.

“Hemos cambiado ciertas cosas desde entonces”, dijo Hansen. “Pero es un gran conocedor del juego y tenerlo en frente en la cancha será una buena manera de saber si tenemos debilidades o no”, agregó.

Formaciones:

Nueva Zelanda: Dagg – Jane, C. Smith, Nonu, Savea – Cruden, A. Smith – McCaw (cap.), Read, Vito – Retallick, Romano – O. Franks, Mealamu, Woodcock.

Argentina: Rodríguez, Camacho, Bosch, S. Fernández, Agulla – Hernández, Vergallo – Leguizamón, Fernández Lobbe (cap.), Cabello – Albacete, Carizza – Figallo, Guiñazú, Roncero

Sustitutos:

Nueva Zelanda: Hore, Faumuina, Whitelock, Messam, Weepu, Barrett, B. Smith

Argentina: Creevy, Ayerza, Orlandi, Senatore, Leonardi, Landajo, Amorosino

Árbitro: Romain Poite (FRA)