Por primera vez en la historia, un grupo de investigadores de la Universidad de Texas consiguió que un objeto tridimensional se volviera invisible al aire libre.

Este experimento, que aún no se realiza en el espectro de luz visible que todos conocemos, pone a la ciencia un paso más cerca de la ansiada “capa de invisibilidad” de Harry Potter.

Según la información recogida por ABC, con anterioridad se habían hecho experimentos similares, sin embargo sólo habían trabajado con objetos bidimensionales.

El presente estudio, que fue publicado en el New Journal of Physics, demuestra que un objeto puede volverse invisible sin necesidad de un proceso químico de por medio o tediosas condiciones de laboratorio.

Otra cosa que comprobó dicho experimento, apunta a que la invisibilidad alcanzada “funciona” desde cualquier punto en que se mire, es decir, no importa desde donde observe la otra persona.

El método utilizado para realizar esta increíble hazaña para la ciencia se llama “encubrimiento plasmónico”, el que consistió en ocultar un tubo cilíndrico de 18 cm en un rayo de microondas.

Los científicos explicaron el experimento, para el que utilizaron “metamateriales plasmónicos”, los que tratan la luz de una manera muy diferente a los métodos utilizados anteriormente: “Cuando los campos de dispersión de una ‘capa plasmónica’ interfieren con los del objeto que se quiere volver invisible, se anulan mutuamente, consiguiendo un efecto de transparencia total desde cualquier ángulo de observación. De hecho, es como si el objeto que tenemos delante no estuviera allí”.

Según la opinión del profesor Andre Alu, una de las ventajas de la técnica del ocultamiento plasmónico es su robustez, bastante superior a la de las capas convencionales basadas en metamateriales transformados no homogéneos. Eso hace que nuestro experimento sea mucho más resistente a cualquier posible imperfección, lo que resulta especialmente importante cuando se quiere ocultar un objeto tridimensional al aire libre”.

Los investigadores aseguran que su técnica es capaz de ocultar cualquier objeto que se desee, sin importar forma, tamaño o colores. El siguiente paso, según sus declaraciones, será conseguir el mismo efecto en el rango de la luz visible, es decir, el que percibimos a simple vista.