El nuevo régimen birmano prometió continuar las reformas, dijo el jueves la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, tras históricas conversaciones con los dirigentes de un país que deberá hacer más esfuerzos para poner fin a su aislamiento internacional.

La primera jefa de la diplomacia estadounidense que visita Birmania en más de medio siglo dijo sentirse “alentada” por los cambios que tuvieron lugar en los últimos meses, luego de discusiones durante las cuales le aseguraron “que los progresos continuarán y se ampliarán”.

También destacó el hecho de que el presidente Thein Sein haya permitido el retorno a la vida política de la opositora Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz, quien anunció su intención de presentarse a las próximas elecciones legislativas parciales.

Sin embargo, esto no es suficiente para levantar las saciones económicas instauradas desde fines de los años 1990, a pesar del pedido de China, un poderoso aliado y vecino de Birmania.

“Todavía no hemos llegado al punto en el que podemos considerar levantar las sanciones vigentes debido a nuestra actual preocupación por políticas que deben ser radicalmente modificadas”", declaró Clinton después de conversaciones con el presidente Thein Sein, un ex general.

“Pero toda medida que tome el gobierno será cuidadosamente examinada y (…) equiparada, porque nosotros queremos que las reformas políticas y económicas perduren”, dijo a los periodistas en Naypyidaw, la aislada capital birmana.

A pesar de todo, Thein Sein no dudó en calificar su visita de “histórica” y de “nuevo capítulo en las relaciones” entre ambos países, durante su encuentro en su imponente palacio de Naypyidaw.

En las calles de la nueva capital, donde hasta hace poco reinaba la selva tropical, los carteles prefirieron reservar sus honores al primer ministro de Balarús.

El viaje de Clinton tiene lugar después de ocho meses de reformas espectaculares luego de la disolución de en marzo pasado de la junta, que transfirió sus poderes a un gobierno llamado “civil”.

En un país que sigue dominado por los militares, el nuevo régimen liberó a unos 200 presos políticos y suspendió la construcción de una polémica represa financiada por los chinos.

No obstante, Clinton se refirió el jueves a algunos gestos estadounidenses, invitando a Birmania a unirse como observador a un programa norteamericano de cooperación sobre la salud y el medio ambiente en el sudeste asiático.

“Se trata de etapas progresivas, y nosotros estamos dispuestos a ir más lejos si las reformas mantienen su ritmo. En ese espíritu, estamos discutiendo lo que conducirá a incrementar nuestras relaciones diplomáticas y a intercambiar embajadores”, declaró Clinton a la prensa.

Desde las elecciones de 1990, ganadas por la Liga Nacional por la Democracia (LDN) de Suu Kyi, que jamás fue autorizada a ejercer el poder, Estados Unidos está representado en Birmania únicamente por un encargado de negocios.

Clinton se disponía a viajar luego a Rangún, donde se reunirá con Suu Kyi, la interlocutora obligada de los occidentales, quien volvió a la vida política hace un año, luego de un prolongado período de prisión domiciliaria.

El miércoles, la hija del general Aung San, un héroe de la independencia que fue asesinado, manifestó la esperanza de que el viaje de Clinton contribuya al “progreso de las reformas”.

Por otra parte, la secretaria de Estado pidió el jueves a Birmania que corte los “vínculos ilegales” con Corea del Norte, indicando que el régimen birmano le había asegurado que no cooperaría con los norcoreanos.

“He sido franca (al decir) que mejores relaciones con Estados Unidos sólo serán posibles si el gobierno en su totalidad respeta el consenso internacional contra la proliferación de las armas nucleares”, indicó.

La secretaria de Estado elogió los esfuerzos del gobierno birmano, que comenzó discusiones de paz con los grupos armados de las minorías étnicas, que luchan desde hace décadas para tener más derechos y más autonomía.

“Pero mientras la terrible violencia continúe en algunos de los conflictos internos más antiguos del mundo, será difícil comenzar un nuevo capítulo”, concluyó.