Fuerzas aeronavales de la OTAN se encargarán de hacer respetar el embargo de armas decidido por la ONU contra el régimen libio de Muamar Gadafi, indicaron el martes a la AFP fuentes diplomáticas.

La Alianza Atlántica “decidió encargarse de hacer implementar el embargo de armas desde el mar”, señalaron las fuentes bajo el anonimato, al margen de una reunión de los embajadores de los países de la organización en Bruselas.

La OTAN aportará así medios militares para velar por el cumplimiento de esta medida, decidida por el Consejo de Seguridad de la ONU el 26 de febrero, en una primera resolución contra el régimen de Gadafi librado a una guerra contra sus opositores.

La semana pasada, el Consejo de Seguridad, al aprobar el recurso a la fuerza contra el líder libio, dio un paso más allá sobre el embargo de armas al llamar a sus Estados miembros, a nivel “nacional o regional”, a “garantizar su implementación estricta” mediante la “inspección en su territorio”, incluido en alta mar, de los aviones o navíos procedentes o con destino Libia.

Los miembros de la OTAN se hallan muy divididos sobre el papel que la Alianza Atlántica debe desempeñar en la ofensiva contra las fuerzas de Gadafi, en la que por ahora participan una decena de naciones occidentales a nivel individual, encabezadas por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.

Algunos países como Italia defienden claramente que la OTAN debe tomar las riendas de las operaciones en Libia, pero otros como Francia son reacios a su implicación, temiendo que provoque el rechazo del mundo árabe, hostil a esta organización especialmente por su guerra en Afganistán.

Los miembros de la Alianza también debaten en estos momentos su eventual participación en la zona de exclusión aérea que la coalición occidental trata de imponer en Libia y en operaciones humanitarias.