Personas de la tercera edad se quejaron por cobros excesivos por parte de la Compañía General de Electricidad de Los Ángeles, debido a la compra de artefactos y facturación tardía de Sencillito.

Luzmila Vilchez tiene 72 años y hace meses compró un calefont que pagó en cuotas, sin embargo en la factura de la luz siguen apareciendo los cobros.

Pese a que su cuenta por energía está al día, debe concurrir mes a mes a la CGE para que le borren la morosidad, no obstante y pese a su insistencia aún no lo logra.

El hecho que más complica a Luzmila es que en uno de sus trámites sufrió una dura caída a la entrada de la oficina de CGE, que le provocó una descompensación, vómitos y una fractura de brazo.

Una situación similar es la que vive Ninfa Garces, quien en su boleta mensual recibe hace cuatro meses un saldo de morosidad por un producto que asegura ya canceló.

Este cobro indebido se debería a que cancela sus estados de cuenta en Sencillito, empresa que a su vez factura tardíamente a CGE.

Las afectadas por cobros que catalogan de indebidos, abogaron para que la empresa regularice su servicio y, a su vez, tenga mayor consideración en la atención de la tercera edad, adecuando la entrada a su oficina en Los Ángeles.