Brasil ocultó al público su cooperación antiterrorista con Estados Unidos y rechaza oficialmente cualquier sugerencia de que militantes islámicos realizan actividades en su territorio, según información diplomática filtrada este domingo.

Brasil está preocupado respecto a actividad terrorista en su territorio, aunque públicamente diga otra cosa, dijo un mensaje de la embajada estadounidense en Brasilia al departamento de Estado en Washington en octubre de 2009.

“Si bien hay buena cooperación entre Estados Unidos y Brasil en cuanto a investigar actividades relacionadas al terrorismo, la posición oficial del gobierno es negar que en Brasil haya actividad terrorista”, dice el cable.

“Los altos niveles” del gobierno brasileño “niegan públicamente la posibilidad de que grupos terroristas o personas conectadas con dichos grupos operen o transiten por suelo brasileño y protestan vigorosamente cualquier afirmación de autoridades estadounidenses en ese sentido”, agrega.

Sin embargo, afirma el mensaje, “en realidad varios grupos islámicos con conocidos lazos o sospechas sobre lazos con organizaciones extremistas tienen ramas en Brasil y se sospecha que realizan actividades financieras”.

Las actividades brasileño-estadounidenses de investigación antiterrorista se enfocan en sospechosos en Sao Paulo, donde viven unos 1,3 millones de musulmanes, y áreas fronterizas con Argentina, Paraguay, Perú, Colombia y Venezuela.

El cable es uno de los 250.000 publicados por el sitio WikiLeaks con información diplomática estadounidense sobre países y personajes del mundo.