Siempre es motivo de alegría marcar un gol, y los festejos más comunes es correr hacia una esquina de la cancha y esperar el abrazo de sus compañeros para compartir la alegría del fútbol.

Pero hay algunos que la pasión los desborda, como es el caso de Francesco Caputo, jugador del Bari, de la Serie A italiana.

El delantero marcó en el empate 1-1 con el Cesena del chileno Jiménez, y en una reacción que nadie se esperaba, golpeó a su compañero de equipo Emanuel Rivas, quien corrió al encuentro del jugador para celebrar el gol.