El papa Benedicto XVI elogió las “relaciones personales” para resolver las “situaciones políticas delicadas”, el sábado en el segundo día de su visita a la dividida isla de Chipre.

“Las relaciones personales son a menudo los primeros pasos hacia la construcción de la confianza y –cuando llega la hora– de sólidos lazos de amistad entre las personas, entre los pueblos y entre las naciones”, declaró Benedicto XVI ante el presidente chipriota Demetris Christofias, las autoridades civiles y el cuerpo diplomáticos en el jardín del palacio presidencial en Nicosia.

“En los países que conocen situaciones políticas delicadas, tales reacciones personales, honestas y abiertas, pueden ser el preludio de un bien mayor para sociedades y pueblos enteros”, agregó.

“Déjenme que les aliente a aprovechar las oportunidades que se les ofrecen, a título personal e institucional para construir este tipo de relaciones y con esto favorecer el mayor bien del concierto de las naciones”, prosiguió.

En septiembre de 2008, el presidente chipriota reactivó las negociaciones para la reunificación de la isla dividida desde hace 35, gracias a sus buenas relaciones con el ex dirigente de la República turca de Chipre del Norte (RTCN, reconocida únicamente por Turquía), Mehmet Ali Talat.

Pero la elección en abril del conservador Dervis Eroglu a la cabeza de la RTCN empañó el éxito de esas conversaciones.

El sumo pontífice también afirmó que “la rectitud moral y el respeto imparcial del prójimo y de su bienestar son indispensables para el bienestar de la sociedad” y “establecen un clima de confianza en el que los intercambios humanos, sean religiosos, económicos, sociales y culturales, civiles y políticos, adquieren fuerza y riqueza”.