Eliana Cuchietti y Nazareno Fernández son una pareja como las que deciden juntarse y hacer vida en común, en las buenas y en las malas.

Su complicidad se vio modificada en un nivel poco convencional. Pero, no hay un tercero en discordia en esta historia. Todo lo contrario. Decidieron ser más de dos en el plano amoroso.

Lo anterior, ha trascendido a otro plano: al público, generando todo tipo de reacciones en la sociedad argentina con la que han compartido fotos. No tienen miedo a los prejuicios, a juzgar por su decisión.

comillas
“Tenemos una relación de poliamor y de tres. No mantenemos una relación abierta, no somos swingers. Somos un trío y nos amamos”
- Trío mendocino en poliamor

De una relación laboral al poliamor en trío

Eliana y Nazareno manejaban juntos su negocio familiar. Se trata de un call center donde, junto a otros trabajadores ofrecían sus servicios, cada jornada, en Mendoza.

Hace 4 años la situación cambiaría de forma drástica en ese lugar. La llegada de Maira Fernández, de entonces 19 años, fue el puntal de dicho cambio, según revela el medio trasandino, Los Andes.

Todo al inicio era una relación estrictamente laboral, pero comenzó una amistad que llevó al camino que hoy se ventila.

Según el referido portal noticioso, las jornadas de trabajo no eran el único contacto entre los 3. Salían a un “after office” para conversar, beber un poco y relacionarse íntimamente. Descubrieron, poco a poco, que había un fuerte vínculo.

“Empezó todo como un relación laboral, luego de amistad, y ahora, de amor”, asegura Nazareno, quien tiene 41 años.

Maira, quien fue la tercera en concordia, tiene 18 años menos que Naza. A sus 23 años, describe en sus propios términos la experiencia que los juntó: “Empezamos a ver que sentíamos cosas que no entendíamos. Los tres nos juntábamos sin problemas, pero si yo me juntaba sola con Eli, extrañábamos al otro. Algo estaba pasando”.

Eliana, antes en pareja con Nazareno, coincide sin que eso le genere ningún tipo de problema, a juzgar por sus palabras. “Si éramos sólo dos, en cualquier cosa que hiciéramos nos hacía falta el otro. Eso fue llevando a plantear cómo seguíamos adelante”.

Ignacio Blanco / Los Andes

El primer paso, el primer beso

La historia de Naza, Eli y Maira, fue retomada por otros medios como Clarín. En este se confirma lo que ellos ya sentían y estaban dispuestos a hacer para estar juntos, sentimentalmente hablando.

“Habíamos organizado una juntada en nuestra casa y decidimos no salir a bailar. Era una cena después de pasar todo el día juntos. Con Mai, en un momento, nos propusimos hacerle una broma a Naza, diciéndole que íbamos a ser novias entre nosotras porque ya no nos gustaban los hombres. Cenamos, le ofrecí vino a él. Él dijo que no y ella sí aceptó. Y ahí nos dimos un beso. Quedó todo explicado”, aseguró Eliana.

Han pasado 4 años desde ese primer beso. Ellas aseguran que no estuvieron en alguna relación homosexual antes de conocerse. El sujeto de la relación, en tanto, se mantiene conforme con la situación. Desde que las vio juntas, se entregó al poliamor.

“Como hombre es una fantasía normal, estaba en medio de dos mujeres hermosas, pero no creí que ahora estaba por empezar a formar parte de una relación de tres”, asegura Nazareno.

“Fue todo natural y sin problemas ya desde esa primera vez. Pasó lo que estábamos sintiendo: nos queríamos los tres, nos protegíamos. Era lo que le estaba faltando a la relación, porque antes ya habíamos notado que sólo dos nos sentíamos incompletos”, asegura Maira.

Viven juntos en un inmueble en Mendoza, donde surge esta historia. La armonía de su hogar no se ve ensombrecida por celos, reclamos u otras situaciones personales. Más bien, las cosas son las que deben ajustarse al trío.

Ignacio Blanco / Los Andes

La intimidad, el amor y una nueva cama

Amor y pasión: son dos términos que encajan en la relación poliamorosa de estos tres mendocinos, según sus declaraciones.

Tienen claro que muy pocos comprenderán lo que sucede en el camino que han decidido recorrer en trío. Eliana, por ejemplo, se refiere a Maira como su novia y viceversa. Ambas describen, con frases sentidas, lo que significa esta vida entre ellas y Nazareno.

“No hay palabra que lo defina, es único”, afirmó Eli. “Coincido con lo que dice mi novia”, complementa, Maira.

Su casa es por hoy el centro de una atención enorme, desde que decidieron contar lo que define su relación.

El plano amoroso se complementa con la intimidad sexual. Es un punto importante que muchas veces requiere atención especial cuando de dos se trata. Si es de 3, puede volverse más que complejo, pero ellos se sienten abiertos y plenos al respecto.

“Tuvimos que comprar una cama más grande, porque con la otra se nos hacía imposible”, Maira, la más joven de los 3, lo cuenta entre risas. “Teníamos una de dos plazas y murió, se rompieron todos los resortes. Para colmo, cuando compramos la nueva, era tan grande que no entraba por la puerta”, reconoce.

Los Andes / Argentina

La reacción de la familia y la posibilidad de ser padres… de a 3

Nazareno le contó a su padre lo que estaba pasando en su vida. Aseguró que no fue mayor problema confesarlo. Es padre de 3 hijas, de igual número de relaciones anteriores. De hecho, Eli y Maira, bromean al respecto: “Cada una de distinta madre, no es hombre de una sola mujer”. Nadie mejor que ellas lo saben.

Las dos hijas mayores conocen la situación sentimental de su progenitor. La menor, aún no.

En cuanto a Maira, la más joven del trío, la situación fue un tanto complicada. Cuando comenzó su relación con Eliana y Nazareno, tenía tan solo 19 años.

“Era muy chica y empecé diciéndole a mi papá que tenía una relación con Naza. Era un problema, y le costó aceptarlo. Cuando lo aceptó, después llegó la hora de contar lo otro. Mi mamá se había dado cuenta y se lo vio a venir, así que se lo dije con ella. Él hizo un proceso y ahora me pregunta más por ellos que por mí”, dice Maira.

Eli estaba indecisa a la hora de comunicar a sus padres esa parte de su vida.

“Hoy en día podemos compartir todo, pero en un primer momento, decírselo a mis padres me costó un poco, porque sabía que era un paradigma distinto. Pero una vez que se los dije, lo aceptaron”.

Clarín / Ignacio Blanco

A más tardar en octubre, quieren hacer una fiesta de compromiso. Se trata de un evento que permite un camino a la formalidad de su relación. Hablando de planificar, quieren en algún momento de sus vidas ser padres.

“Sí, nos gustaría ser papás. Lo tenemos ya planeado y diagramado (risas)… pero todavía es muy pronto”, reconoció Nazareno.

“Hemos hablado y queremos quedar las dos embarazadas al mismo tiempo. Nos gustaría mucho. Pero, por supuesto, no siempre se puede conseguir, así que si queda alguna embarazada de las dos antes, no hay problema. Y ya veremos”, aseguran Maira y Eliana.

Los usuarios de las redes sociales, en Argentina, se lo han tomado de formas diversas.

“La vida privada es privada. Mostrarse así es una necesidad de aprobación……. (Sic). Pobre gente, de cuerpo y espíritu……”, escribió Susana Castro en la publicación de Facebook, hecha por de Clarín.

En tanto, otros reconocían desde no poder con ellos mismos, como para ir de a 3 en relaciones, hasta llegar al “Swinger”, pero no más que eso.

Como sea, la historia del poliamor, ha generado controversia, en pleno siglo 21.

Captura de pantalla / Clarín