Seis meses de vida le dieron a James Roocroft, un británico cuyo último propósito es asegurar el futuro económico de su esposa y su hijo de dos años.

En junio pasado el hombre comenzó a sentirse mal y a perder peso repentinamente. Semanas después, los análisis revelaron que padecía una enfermedad terminal.

El hombre de 43 años fue diagnosticado con cáncer de páncreas, hígado y pulmones, y actualmente busca desesperadamente reunir fondos para que su familia pueda vivir en una casa propia.

Durante años Roocroft trabajó en su empresa de paisajismo. Posteriormente se convirtió en cuidador de una escuela en la ciudad de Brighton en Inglaterra.

Allí les proporcionaron una pequeña casa para que viviera junto a su esposa Emma y su hijo Archie. Sin embargo, cuando él muera ya no podrán seguir quedándose en ese lugar.

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Estoy perdiendo a la persona que más amo. Mi hijo y yo estamos perdiendo nuestra casa, y Archie está perdiendo toda su estabilidad”, lamentó la esposa de Roocroft, en conversación con el diario electrónico DailyMail.

Actualmente la familia de James se encuentra en cuarentena para proteger su sistema inmunológico. Asimismo, el padre sufre de ansiedad no solo por su salud, sino porque una vez que muera, Emma y Archie se quedarán sin hogar.

Siempre pensé que estaría ahí para mi esposa e hijo, enseñándole cómo arreglar las cosas y ser una persona práctica y servicial. En cambio, todo eso recaerá sobre los hombros de Emma”, lamentó Roocroft.

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Su último deseo

Ante este complejo escenario, sus amigos crearon una página de donaciones en GoFundMe, para recibir ayuda económica.

“Esperamos recaudar dinero para Emma y Archie, para hacer su futuro algo más fácil y con menos preocupaciones financieras. Así ayudarlos a encontrar otra casa”, expresó Ben Vaudiaux Lowe, un cercano a la familia.

“Apreciarían cualquier ayuda que puedan ofrecer, y cualquier donación no solo marcará una gran diferencia en el futuro de Emma y Archie, sino que también ayudará a darle tranquilidad a James en sus últimas semanas“, agregó.

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El último deseo de James es asegurarse de que su familia pueda permanecer en Brighton, donde se encuentra su red de apoyo, la cual será fundamental cuando enfrenten la devastadora pérdida.

Su sueño es que Emma y Archie vivan en una casa con jardín, para que el niño tenga un lugar para jugar.

Cabe señalar que el salario actual de James no les permite arrendar un departamento, ni tampoco tienen derecho a las ayudas estatales.

Con respecto a las generosas donaciones que ha recibido hasta ahora, James señaló: “No puedo explicar cuánto impulso me está dando todo esto, muchas gracias”.