VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

En Chile, cada vez más familias tienen gatos como integrantes del hogar, con una estimación de alrededor de 4 millones de felinos con dueños en el país, convirtiéndose en el líder de la región en cantidad de gatos. Víctor Manuel Molina, médico veterinario especialista en felinos, destaca la importancia de proteger a los gatos de parásitos internos y externos, los cuales pueden afectar tanto a los felinos como a las personas, especialmente a niños pequeños o personas inmunodeprimidas.

Desarrollado por BioBioChile

Hoy, en el Día Internacional del Gato, nuestro país destaca por cuanto son cada vez más las familias que suman a sus hogares un rey (o reina) michi y que le entregan especiales cuidados. Las cifras indican que existe una población aproximada de 4 millones de felinos con dueños en Chile, de acuerdo con el estudio de la Escuela de Medicina Veterinaria UC y el Programa Mascota Protegida de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere).

“Chile no solo es un país de perros, sino que también de gatos”, dice el médico veterinario especialista en felinos Víctor Manuel Molina, investigador y escritor de más de 40 artículos en el área de farmacología y toxicología. “Alrededor de un 40% de la población de mascotas es felino en Chile. Y es el país que más tiene en la región, por lejos”.

Molina reflexiona al respecto que “el cambio climático ha sido un factor relevante, toda vez que ahora en Chile hay parásitos que antes se consideraban netamente tropicales, muy lejanos para el clima templado; o sea, las posibilidades de contagio se incrementaron notoriamente”.

El experto destaca que resulta clave protegerlos de los parásitos e informarse sobre las diferentes infestaciones parasitarias y las buenas prácticas para controlarlas.

Primero se debe reconocer a los parásitos internos y externos, los que suelen infestar a los gatos y estos, a su vez, pueden contagiar a los humanos, particularmente a personas en la primera infancia o inmunodeprimidas.

Gusanos chatos intestinales: en ocasiones migran al estómago generando vómito.

Pulgas: se pueden observar alergia, dermatitis y alopecia.

Garrapatas: su picadura puede derivar en anemia, lesiones en la piel y reacciones inflamatorias.

Ácaros: pueden causar irritación y comezón, lo que hace que el gato se rasque y se lastime.

Gusanos redondos: sus signos clínicos más comunes son la distensión abdominal, diarrea, pérdida de pelo y retraso en el crecimiento.

Gusanos gancho: estas especies se alimentan de sangre, pero en general causan leves molestias digestivas y diarrea ocasional. También pueden inducir a la anemia.

Para prevenir las infestaciones parasitarias en los gatos, Molina entrega 5 consejos para la salud del felino y tu familia, además de mantener las consultas con un médico veterinario.

Ojo a los parásitos: “El impacto de los gatos en la salud pública es importante considerando sus hábitos. Es un depredador que gusta dormir en camas, muebles, clóset, lugares donde se guarda ropa. Cuando defecan buscan enterrarla y eso hace que muchos de estos agentes parasitarios se queden en sus patas, piel, pelos, siendo una fuente de contagio”, informa el experto.

Siempre indoor: “Las medidas de contención del gato son fundamentales. Debemos comprometernos a que siempre está en casa y si es de los que sale lograr que vuelva a ser un individuo indoor. Al principio se puede angustiar, pero para ayudarlo hay que crear un ambiente enriquecido, didáctico, con una buena cantidad de elementos que le permitan distraerse. Y si quiere dejar que siga saliendo, pues habrá que desparasitarlo una vez al mes. Los gatos tienen un impacto potente en el ambiente y hay que ser responsables logrando que esté en casa”.

Políticas de higiene: “El material de los depositarios debe ser fácil de lavar. También debemos comprometernos en qué haremos con estos materiales, haciendo una buena disposición de estos residuos. Es clave preocuparnos de que las areneras no tengan parásitos”.

No a los alimentos crudos: “Las tendencias del mundo van hacia las dietas biológicas, alimentos crudos, y realmente ese también termina siendo un riesgo, porque ese tipo de alimento hay que saberlo manejar muy bien, porque termina siendo una fuente de contagio. Las carnes y los peces crudos contienen parásitos”.

Lengüetazos: “Son un riesgo y puede contagiar. En la lengua hay huevos que quedan en la piel. Hay que lavarse inmediatamente las manos, la zona de contacto, no puede dejarse estar. Sin embargo, para eso usted tiene la solución, porque si lo desparasitara mensualmente estará absolutamente limpio. ¿Qué me va a transmitir si me lame, si no tiene un solo parásito?”.

El especialista visitará el país durante este mes para dictar charlas a médicos veterinarios sobre cuidados esenciales de los gatos en Viña del Mar, Talca, Concepción y Temuco, entre el 9 y 14 de agosto.

Molina adelanta que el mensaje que traerá a Chile en sus presentaciones es fuerte y claro: “Los gatos no pueden tener parásitos, no pueden tener una pulga, no pueden tener una garrapata, no pueden tener un ácaro, no pueden tener un solo gusano en el interior ¿Por qué? Por el alto impacto en la población. Es fundamental verlo bajo el prisma de una sola salud: salud humana, salud animal y salud ambiental”.

El experto recalca que cada animal tiene características especiales y que se recomienda consultar al veterinario con frecuencia, porque solo así se puede hacer un diagnóstico preciso y recomendar el tratamiento adecuado para el gato y su familia.