Hay que tener en cuenta, además, que algunos gérmenes y/o bacterias pueden sobrevivir en el piso durante largos periodos.

Todos en algún momento hemos recurrido a la vieja y confiable “regla de los cinco segundos” cuando se nos ha caído algún alimento. Hoy, lamentamos informarte que dicha técnica no es tan efectiva como se cree masivamente.

El sitio Kids Health, de la organización sin fines de lucro Nemours Foundation, contó con la opinión del Dr. Steven A. Dowshen; endocrinólogo pediatra de Delaware, para desmitificar esta común práctica.

La verdad es que el tiempo que la comida pase en el suelo no es tan proporcional a la cantidad de bacterias que el bocadillo adquirirá: tu trozo de comida puede llenarse de bacterias tan sólo en un segundo. Sin embargo, es real que mientras más tiempo pase el alimento en el suelo, más se contamina.

Desmitificando la “regla de los cinco segundos”

“Un trozo de comida se llenará de una mayor cantidad de bacterias cuanto más tiempo esté en el suelo. Por lo tanto, lo más probable es que los alimentos que estén 5 segundos o menos en contacto con el suelo contengan menos bacterias que los que superen los cinco segundos”, asegura el portal de salud mencionado.

El mismo sitio agrega que es incluso peor cuando se trata de alimentos húmedos, como por ejemplo, un trozo de fruta. A éstos se le adhieren las bacterias con mayor facilidad.

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Si bien existen pocos estudios respecto a la “regla de los cinco segundos”, un análisis examinó la tasa de transferencia bacteriana a los alimentos (en este caso puntual, a un pan con mortadela) cuando éstos tocaban superficies de diferentes materiales.

Los hallazgos fueron decidores: más del 99% de las células bacterianas se transfirieron de un azulejo (baldosa/cerámica) a la mortadela después de 5 segundos de exposición del alimento a dicha superficie.

Otra investigación arrojó, tal como se señaló anteriormente, que tiempos de contacto más largos resultan en una mayor transferencia bacteriana. Este estudio, también como el recién mencionado, consideró factores como la naturaleza del alimento y la superficie donde ésta caía.

Dicho análisis concluyó que algunas transferencias bacterianas tienen lugar “instantáneamente”, desacreditando así la “regla de los cinco segundos”.