No cabe duda que el último tiempo a todos nos ha surgido aquel repostero que llevamos dentro, y hemos puesto las manos en la masa para preparar las mejores recetas.

Queques, kuchen, tartaletas, galletas y tortas, son algunas de las clásicas y fáciles preparaciones que debemos realizar en moldes fabricados de acero, silicona y lata pero ¿cuál es el mejor?

Ante esta duda en Página 7 le consultamos al director de la Escuela de Gastronomía de la Universidad de las Américas, Joel Solorza, quien entregó una serie de detalles para que puedas escoger y comprar el tuyo con la información adecuada.

Moldes de silicona

“La silicona es un derivado del petróleo y ese tipo de cosas, por lo que la hacen bastante resistente a altas temperaturas pero la verdad no sabemos si en algunos casos de cocciones prolongadas sí, efectivamente tienen tanta resistencia al calor”, aseguró el profesional.

No obstante, Solorza sostiene que en la repostería los moldes de silicona representan una buena experiencia, pese a que no ha observado estudios científicos que confirmen si puede existir un riesgo la utilización de estos.

“No tengo certeza absoluta, pero a priori estos cumplen en totalidad su función, sumado a que son mucho más lúdicos en formas, versus otros materiales”, dijo.

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Moldes de acero

Consultado sobre la resistencia y la calidad de estos elementos que son más populares, manifestando que debido a ello son más confiables “desde el punto de vista de la inocuonidad, por la higiene y sabemos que el acero tiene mayor resistencia a las temperaturas y durante años han cumplido bastante bien el objetivo”.

Asimismo, indicó que tanto el molde de acero como el molde de silicona pueden ser utilizados “sin problemas en horno eléctrico y a gas” y sin mayor riesgo.

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Moldes de lata

Este tipo de moldes, que son unos de los primeros en fabricarse el profesional enfatiza que “no son recomendables, ya que tienden a oxidarse y son difíciles de lavar, sobre todo por un tema de higiene”.

Finalmente, Solorza hizo énfasis en que no existe un tipo mejor que otro, puesto que “todo dependerá de la forma que queramos darle a nuestro trabajo”.