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En el corazón de Lambayeque, Perú, se eleva el Museo Tumbas Reales de Sipán, con los restos del Señor de Sipán de la cultura mochica. Descubierta en 1987 por Walter Alva, su tumba contenía más de 2.000 piezas de oro y cerámica. El museo ofrece un recorrido cronológico por el descubrimiento, la vida del Señor y la cosmovisión mochica, con joyas, armas y recreaciones de su entierro. A pesar de saqueos, el museo lucha por recuperar piezas de la cultura.
En el corazón de Lambayeque, al norte de Perú, se levanta una pirámide que no pertenece a los tiempos antiguos, pero guarda los secretos de una de las culturas más enigmáticas de América.
Se trata del Museo Tumbas Reales de Sipán, un recinto moderno que parece sacado de un relato arqueológico y que alberga los restos del mítico Señor de Sipán, uno de los hallazgos funerarios más importantes del continente.
Diseñado como una réplica estilizada de las pirámides de la cultura mochica -la que se desarrolló entre los siglos II y VII d. C. en el valle del río Moche- este museo es mucho más que un lugar para mirar vitrinas.
Se trata de una experiencia que transporta al visitante 1.700 años atrás, cuando los gobernantes de la cultura moche eran enterrados con joyas, ofrendas y hasta acompañantes humanos.
El recorrido contiene una historia de poder y figuras místicas que sorprende incluso a quienes jamás habían oído hablar del Señor de Sipán.
Museo de Tumbas Reales de Sipán: El hallazgo que cambió la historia
La tumba del Señor de Sipán, gobernante mochica, fue descubierta en 1987. El hallazgo lo realizó el arqueólogo peruano Walter Alva y su equipo. Desde entonces, el hallazgo ha sido comparado con el de la tumba de Tutankamón por su riqueza y valor histórico.
Lo que encontraron no fue solo un esqueleto con ornamentos: era una cápsula del tiempo intacta, con más de 2.000 piezas entre oro y cerámica, muchas de ellas en perfecto estado de conservación. Y eso que ya había sido víctima de saqueos, uno de los grandes problemas que sufre la preservación de esta cultura.
Ese tesoro se conserva hoy en este museo de tres niveles, que propone un viaje cronológico por el descubrimiento, la vida del Señor de Sipán y la cosmovisión mochica. Cada sala está pensada para contar una parte del relato con dramatismo, luz tenue y un silencio que impone respeto.
Entre lo que podrás encontrar hay joyas de oro, collares de turquesa, orejeras, vasijas ceremoniales, armas y estandartes de cobre y plata. Muchas de estas piezas fueron enterradas junto al Señor de Sipán como símbolo de poder y divinidad.
También podrás ver la reconstrucción de cómo estaba enterrado el gobernante mochica, repleto de ornamentos y rodeado de humanos que fueron sacrificados para acompañarlo al más allá.
A esto se suman varios recursos didácticos, como maquetas, recreaciones en tamaño real y elementos audiovisuales explicativos.
Las dificultades para mantener viva la cultura mochica
En conversación con BioBioChile, Walter Alva relató las dificultades que trajo y trae mantener vivo el recuerdo de la cultura mochica, debido a muchos objetos elaborados por este pueblo precolombino se mantienen en manos de privados, debido a los mencionados saqueos que vienen desde la llegada de los españoles.
“El problema del saqueo nace desde la época de la conquista, cuando los españoles saquearon los templos primero. Y eso se mantuvo, como casi una costumbre, saquear las tumbas. Además, eso está alimentado porque, como toda ley, si no hay demanda, no hay oferta, ¿no?… En el siglo XIX, muchos museos europeos y americanos se alimentaban con las colecciones que podían comprar acá. El saqueo ha sido permanente siempre”, dijo.
Sin embargo, el hallazgo del Señor de Sipán fue clave para empezar a reunir obras de esta cultura y así conformar el museo. Según Alva, la recuperación de dichas piezas ha obligado a realizar un trabajo estilo FBI con tintes cinematográficos.
“Hay muchas (piezas) todavía que están en colecciones privadas o en mercados negros, pero algunas que están en el Perú, que están ya legalmente en propiedad privada Por lo menos están en el Perú, pero las otras que están fuera, estamos luchando siempre para detectarlas primero, y después solicitar su repatriación”, contó.
¿Cómo llegar al Museo Tumbas Reales de Sipán?
A diferencia de Machu Picchu, el Museo Tumbas Reales de Sipán sigue siendo un destino relativamente desconocido para los turistas internacionales, a pesar de su enorme relevancia. Para ingresar, no hay largas filas, ni multitudes, pero sí una experiencia profundamente conmovedora que deja huella.
El museo está ubicado a solo 15 minutos de Chiclayo, ciudad que cuenta con aeropuerto y conexión directa desde Lima. Para los viajeros que parten desde Santiago, la ruta más habitual es volar hasta la capital peruana y tomar un vuelo local.
El valor de la entrada general bordea los 10 soles peruanos (alrededor de $2.700 chilenos), con descuentos para estudiantes y adultos mayores. El recinto abre de martes a domingo entre las 9:00 y las 17:00 horas.
