A tres horas en auto desde Sao Paulo se encuentra la Mata Atlántica, una de las selvas más biodiversas del mundo y también una de las más amenazadas. Con paseos por la zona más diversa en hongos neón, se está potenciando el ecoturismo para concientizar a las personas sobre el cuidado de ese ecosistema.

La Mata Atlántica es una zona selvática que rodea las costas sudorientales de Brasil y que está declarada como Patrimonio de la Humanidad.

Ahí, se puede encontrar flora y fauna que no se ve en casi ninguna otra parte del mundo, como unos llamativos hongos brillantes. Existen en pocas partes del planeta, pero ese es el lugar donde más variedad se puede encontrar.

Los hongos bioluminiscentes, que emiten una luz fría, fueron un misterio hasta 2015, cuando el profesor asociado de la Universidad de São Paulo, Cassius Stevani, y un equipo de investigadores, descubrieron que brillan para atraer insectos y arañas que ayudan a esparcir sus esporas por el bosque.

Según indica National Geographic, el territorio -que le hace competencia al Amazonas en cuanto a diversidad- tiene el 27% de especies de setas bioluminiscentes identificadas en el mundo. Eso lo convierte en la zona con más variedad.

Como se señala en la revista estadounidense, más del 80% del territorio de este lugar se ha deteriorado, tanto por el cambio climático como la actividad humana, y queda solo el 7% de este.

Por eso, en la zona se está potenciando el ecoturismo, una forma de conseguir recursos para preservar tanto a los ecosistemas como mejorar la calidad de vida de la población, ya que Valle de Ribeirade es una de las zonas más pobres y subdesarrolladas de São Paulo.

Adicionalmente, el turismo sostenible genera concientización sobre la importancia de cuidar dicho ecosistema, que a la vez evita que se cacen o extraigan especies que forman parte de él, práctica que era común y que perjudica al medio ambiente.

Cómo llegar a la Mata Atlántica

A casi 100 kilómetros de São Paulo (Brasil), se puede llegar en automóvil al Legado das Águas, la reserva privada más grande del país, donde se puede alojar en la Mata Atlántica.

Ahí, se puede tomar paseos que incluyen excursiones en kayak y observación de aves dirigidas por investigadores, además de caminatas nocturnas.