La niña gastó la millonaria cifra en solo 4 meses luego de vincular la cuenta de su mamá a su celular. La joven también le prestaba la tarjeta a sus compañeros de clase.

Una niña de 13 años de China, cuya identidad no se ha revelado, se convirtió en la peor pesadilla de su madre, esto luego de que gastara el equivalente a más de $50 millones de pesos chilenos en videojuegos de celular.

El caso fue dado a conocer por el medio regional Elephant News en su perfil de Weibo, un símil a Twitter del país asiático. Ahí revelaron que el millonario gasto se realizó en solo 4 meses, pues las transacciones comenzaron en enero de este año y recién en mayo su madre se dio cuenta de ello.

De hecho, Gong Yiwang, la madre de la joven, confesó que se enteró de la adicción a los videojuegos de celular de su hija a través de su profesora y por consiguiente de los gastos en su tarjeta de crédito.

Tal como consignó Insider, la mujer recibió una llamada de la maestra de la niña, donde le explicaba que estaba muy preocupada por la adicción a pagar por videojuegos de la joven.

Tras esto, las alarmas de Gong se encendieron y luego de revisar su línea de crédito descubrió que solo le quedaban el equivalente a $500 pesos chilenos.

Los millonarios gastos de la niña china adicta a los videojuegos de celular

La mujer detalló al medio asiático que los gastos de su hija correspondían a casi $13.5 millones de pesos chilenos en cuentas de videojuegos y otros casi $24 millones en compras dentro de los juegos, como ropa para los personajes y otros implementos ofrecidos por las aplicaciones.

Y aunque hasta ahí la cifra no suma más de $37 millones de pesos chilenos, la adolescente también le prestó la tarjeta de su madre a sus compañeros de colegio, por lo que la cifra terminó subiendo al equivalente de $13 millones de pesos chilenos más, superando así los $50 millones de pesos chilenos.

“Nunca pensé que una niña de 13 años pudiera hacer esto. Estoy aturdida; mi cabeza se siente como si fuera a explotar”, le dijo Gongo a Elephant News.

El gasto se facilitó, pues la línea de crédito quedó vinculada al celular de la niña cuando esta le pidió dinero para hacer otra compra y además se memorizó la contraseña. Aun así, la joven aseguró que no era consciente de cuánto estaba gastando ni de dónde provenía el dinero.

Sobre por qué los datos de la tarjeta de su madre llegaron a sus compañeros, la niña afirmó que ella misma se los entregó luego de que estos comenzaran a molestarla cuando descubrieron su “poder financiero”.

“Si no se los enviaba, me molestaban todo el día. Si le decía a la maestra, tenía miedo de que le dijera a mis padres y que mis padres se enojaran”, confesó.

Por esta misma razón, aseguró que borró toda evidencia de las transacciones de su teléfono. Ahora su madre sigue en la lucha por recuperar el dinero suplicando por reembolsos a las aplicaciones.