Hace 10 años una mujer con muy buenas intenciones intentó restaurar un mural de la inglesia de Borja, su pueblo en España. La restauración causó conmoción a nivel mundial y la hizo famosa.

Ya pasó una década desde que una anciana de Borja, en España, intentó restaurar el ya conocido “Ecce Homo”, la emblemática pintura que adornaba la iglesia del pueblo.

La restauración causó conmoción, no solo en la ciudad, sino que también a nivel mundial, ya que la calidad de esta, estaba muy por debajo de la pintura original.

El mural, originalmente realizado por Elías García Martínez en el Santuario de la Misericordia de Borja (Zaragoza), data de comienzos del siglo XX y fue arruinado por la mujer que, con la mejor intención, intentó restaurarlo debido al daño que había tenido con el paso de los años.

La acción generó que la imagen del Ecce Homo se volviera meme y pasara por todas las redes sociales, así como ser noticia en los medios de comunicación más importantes de España y el mundo, incluido BioBioChile.

Pero, qué pasó en estos 10 años, cómo afectó a Borja que la pintura de su iglesia se hiciera famosa a nivel mundial y cómo está Cecilia Giménez, la autora de la restauración. Esas son preguntas que respondemos a continuación.

Una turista en el Ecce Homo
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La historia del Ecce Homo

Para entender qué es el Ecce Homo hay que viajar varias décadas en la historia, específicamente hasta 1930 cuando España vivía una época de pobreza, dolor y cristianismo, destaca Infobae.

Fue en estos años que se le encargó a Elías García Martínez, un discreto pintor español que también ejercía como profesor y retratista clásico, un mural en el Santuario de Misericordia de Borja.

García, quien realizó el retrato por encargo de las autoridades del lugar, plasmó el “Ecce Homo” mientras estaba de vacaciones en la zona, dejando un mural con el estilo del Renacimiento señalando: “Este es el resultado de dos horas de devoción a la Virgen de la Misericordia”.

De acuerdo a lo que informó Infobae, la pieza de óleo sobre yeso, de 60×40 cm, técnicamente no era original, era una representación de Jesús bastante similar a una que había realizado Guido Reni, un italiano que lo había hecho un par de siglos atrás.

Sin embargo, eso no fue problema, ya que la figura cristiana estaba en el lugar, por lo que el objetivo de las autoridades eclesiásticas estaba hecha.

Ecce Homo
Ecce Homo de Elías García Martínez y Cecilia Giménez

A una restauración de la fama

Aunque la imagen de Jesús se plasmó en los murales del Santuario con mucha fe y devoción, no se realizó con los materiales correctos para un mural, lo que generó que con los años sencillamente se deteriorara.

Y ahí es cuando aparece en la historia Cecilia Giménez, una mujer de 81 años que ayudaba en las tareas de mantenimiento del Santuario y tenía algunos conocimientos en pintura, los que había aplicado en la previa restauración de un lienzo de la Virgen del Carmen en el Convento de Santa Clara de la misma ciudad.

Cecilia, una mujer de muy buena voluntad, se ofreció a restaurar el “Ecce Homo” de García y en el proceso de trabajo, las cosas no funcionaron tan bien. De esta forma nació la pintura que es catalogada como “La peor restauración de la historia”.

“Una vecina muy bien intencionada decidió, por su cuenta y riesgo, restaurar el fresco que, en realidad, estaba en mal estado fruto de la humedad del templo”, señaló Juan María Ojeda, concejal de cultura de Borja, en entrevista con ABC Punto Radio.

Cecilia nunca terminó su trabajo, puesto que salió de vacaciones, pero para cuando volvió la imagen del “Ecce Homo” o “Ecce Mono” como le pusieron en diferentes lugares, ya se había hecho famosa a nivel mundial.

La historia de la restauración apareció en los principales periódicos de España y luego el mundo entero se hizo eco de la noticia. Twitter fue una de las principales redes sociales donde el fenómeno del “Ecce Homo” se hizo viral.

El motivo, el trabajo que con tanta devoción realizó Elías García Martínez se destruyó con la restauración de Cecilia, quien dejó una mancha sobre la obra.

El éxito turístico gracias al Ecce Homo

La vuelta al mundo de la imagen del Ecce Homo hizo que fuera burla a nivel mundial, pero una burla que el pueblo de Borja en España, supo capitalizar.

De acuerdo a datos de La Vanguardia se triplicaron las visitas de turistas a la ciudad, lo que ayudó profundamente la economía de un pueblo de solo 5 mil habitantes.

Lo que realizó Cecilia logró poner a Borja como un panorama turístico obligado para quienes visitan la zona de Zaragoza, en España.

Eso implicó que desde 2012, más de 300 mil personas de 110 países distintos visitaran el Santuario de la Misericordia para ver la pintura.

Solo el primer año aumentaron sus visitas en un 900%, pasando de 5 mil visitantes anuales a 45 mil, algo que se estabilizó con el paso de los años a 10 u 11 mil anuales. Cada uno deja un recuerdo de su visita en un mapa del mundo que está lleno de papeles del paso de los turistas.

Turistas en el Ecce Homo
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Eduardo Ardilla, alcalde de Borja, señaló a La Vanguardia “el que hayamos conseguido convertir un fenómeno social en un fin social. Gracias a los 40.000 euros anuales que obtenemos de la venta de entradas (a tres euros) hemos podido contratar a dos personas que realizan visitas guiadas al recinto, cubrimos los gastos de luz y de seguridad y becamos la estancia en la residencia de la Fundación Sancti Spíritus de dos personas del pueblo con escasos recursos”.

Cecilia Giménez, a sus 91 años

Cecilia se hizo famosa a nivel mundial y todavía lo sigue siendo, a sus 91 años, por el arte que realizó en su ciudad, Borja.

La anciana entregó diversas entrevistas durante la época del boom del Ecce Homo, donde dio a conocer sus dotes como artista.

Pintó durante mucho tiempo, hizo exposiciones e incluso alguna vez vendió su arte, que era un arte muy diferente a lo que realizó con el “Ecce Homo”, aunque hay que aclarar que no estaba completo para cuando se hizo famoso.

A 10 años de que el mundo la conociera, Cecilia sigue viviendo en Borja, aunque las cosas han cambiado para ella. Actualmente se mueve en una silla de ruedas y con la edad, ha perdido algunos sentidos, así como también la memoria en algunas ocasiones, consignó Ideal, el medio español con el que se entrevistó.

Al principio de todo el boom del “Ecce Homo”, Cecilia no lo pasó bien, hubo una disputa con la familia del autor, problemas por los derechos y una presión mediática que jamás llegó a imaginar. Sin embargo, su obra no terminada se volvió famosa y con eso, vino una recompensa por todo el merchandising que se realizó por ella.

Actualmente tiene el 49% de los derechos de imagen de su obra, renunció a la mitad, por lo que recibe beneficios por todo lo que se realice con a imagen del Ecce Homo, desde llaveros a poleras. Aunque parte de ese dinero igual lo dona a la Fundación Sancti Spíritus.

Sin embargo, pese a toda su fama, sigue siendo una anciana que vive con su hijo Juan en Borja. Mantiene un “pisito” con su arte en su casa y cada vez que puede, va al Santuario con su hijo a tomar un café.

Ecce Homo en un plato de decoración
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