Todas sus películas son malas: El triste récord de Uwe Boll, el "peor director de cine de la historia"

Los nombres de cineastas como Steven Spielberg, Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, siempre han inspirado respeto y admiración por su buen cine. Con varias décadas y una vasta carrera, los cineastas representan el potencial que un director puede desarrollar en la industria cinematográfica. Mientras tanto, otros realizadores son conocidos, por llevar a la pantalla auténticos desastres, como es el caso del cineasta alemán Uwe Boll.

Este exboxeador, reconvertido en director, ha ganado renombre, no precisamente por la calidad de sus películas. Entre sus obras destacan adaptaciones de videojuegos como Alone in the dark y House of the dead, además de tener el privilegio de trabajar con estrellas de la talla de Ray Liotta, Ben Kingsley, J.K. Simmons, Jason Statham, Burt Reynolds, John Rhys-Davies, Michael Madsen, Christian Slater y Michelle Rodríguez, siendo este el verdadero talento de Boll.

Muchas de las críticas, destacan que sus cintas son bodrios comerciales. Al respecto, por ejemplo, Alone in the Dark, costó cerca de 20 millones de dólares, pero llegó a recaudar la cifra de cinco millones de dólares.

De ahí que Boll ha tenido la fama de ser “el peor director del mundo”.

El método Uwe Boll

Uwe Boll, fue criado en Burscheid, Alemania, por un padre abusador que fue campeón nacional de balonmano.

En ese sentido, el director cree que su estilo rústico y peleador, se debe principalmente a él. “Mi padre siempre estaba gritando. Me enseñó que solo soy una pérdida de tiempo, me decía que era un maldito perdedor, siempre decía palabrotas, etc”, reveló en conversación con la revista Vanity Fair.

A pesar del contexto familiar, la vía de escape de Boll siempre ha sido el cine, que posteriormente perfeccionó con un doctorado de narrativa especializada en literatura y televisión en la Academia de Cine de Viena. Aunque para ser precisos, no era su ambiente que propiciara la creatividad, afirmó al medio estadounidense en 2017.

Por esta razón, como le interesaba aprender desde la práctica, abandonó rápidamente su interés por la teoría cinematográfica, que según él, le coartaba su visión artística.

Boll, por su parte, cree que despierta tantas reacciones negativas, porque es un hombre que va en contra del “establishment”. El problema es que hay mucha gente en el negocio que no soporta que diga lo que pienso. Yo no le beso el culo a nadie”, aseveró a El País.

La pelea contra los críticos

La gota que rebalsó el vaso de Boll, fue el fracaso de su campaña de recaudación de fondos en la plataforma Kickstarter para financiar sus películas.

“Simplemente, ya no vale la pena hacer una película si no obtienes ingresos. Estoy muy contento con muchas películas que hice, y he hecho muchas películas. Al mismo tiempo, no puedes vivir en el autoengaño”, agregó a Vanity Fair, sobre su decisión de abandonar su carrera.

Eso sí, Boll, ajeno a la crispación que suele provocar tanto en la crítica y los espectadores, siempre ha defendido que su trabajo suele ser incomprendido, porque no está alineado a los parámetros de éxito de Hollywood, incluso retó a sus críticos a sendos combates de boxeo en un evento llamado Raging Boll que se celebró en 2006. “Estoy harto de que la gente critique mis películas sin haberlas visto. Muchos periodistas hacen juicios de valor sobre mis películas basándose en las opiniones de mil o dos mil voces de Internet. La mitad de esas opiniones provienen de personas que nunca han visto mis películas”, le mencionó a The Guardian en 2006.

Al respecto, la web de reseñas de películas IMDb indicó que BloodRayne, la historia de los seres híbridos llamados Dhampiros (mezcla de humanos y vampiros), y que se ambienta en la Rumanía del siglo XVIII, “era, sin duda, una de las peores películas jamás hechas”, expresó un comentario, sobre la cinta en que el director alemán, contrató a prostitutas rumanas reales para interpretar el papel de unas concubinas.

Básicamente, cualquier persona, ya sea realizador o actor, ha mencionado que Boll no sabía hacer su trabajo, desde que anunció su retiro en la dirección en el año 2016. “BloodRayne fue una abominación”, dijo Michael Madsen, protagonista de BloodRayne. “Es una película horrorosa y absurda”.

También Michael Pohorly, colaborador de Uwe, reveló en Vanity Fair, que él no escribía guiones para sus películas. “Como supervisor de guion, es realmente inquietante”, sostuvo Pohorly. “No hay ningún guion que supervisar”.

Así las cosas, Boll también ha sido galardonado por los Golden Raspberry Awards o más conocidos como “Razzies”, el premio que se concede a lo peor del séptimo arte. “Ese hombre simplemente no sabe dirigir”, acusó John Wilson, cofundador de los Razzies. “No sabe dónde poner la cámara. No sabe cómo sugerirle a un actor cómo decir sus diálogos. No sabe cómo crear un montaje que te permita saber dónde estás y qué está pasando. Eso es bastante básico”, expresó.

La defensa de un genio incomprendido

El alemán, a quien el gobierno de su país, le devolvía un reembolso del 50% de su inversión en películas, llegó a financiar sus 35 films con este esquema.

Sin embargo, las dificultades para solventar sus proyectos, lo orillaron a abandonar su pasión, una que aún no olvida, puesto que ha insinuado que volverá para un próximo proyecto, de la mano del actor Armie Hammer.

Así pues, el creativo no pierde la esperanza de que su aporte sea valorado, quizás no ahora. “Verán que fueron muchas películas muy interesantes y muchas películas que creo que tenían sentido y decían algo sobre las cosas. Merecen ser discutidas más de lo que fueron”, dijo a The Guardian, cuando Boll aseveró que se retiraba.

“El mercado está muerto. Ya no se gana dinero con las películas porque el mercado mundial del DVD y el Blu-ray ha caído un 80% en los últimos tres años”, dijo el director en 2016, al diario Toronto Metro.

“Esa es la verdadera razón; simplemente no puedo permitirme hacer películas”, expresó, el hombre que es considerado “el peor director del mundo” y que desea construir un excéntrico legado con sus cuestionables películas.