Demi Moore vive actualmente uno de los mejores momentos de su carrera en Hollywood recibiendo nominaciones a los premios más importantes de la industria como los Oscar, Sag Awards o los Globos de Oro, cuya estatuilla se llevó hace algunas semanas gracias a su papel en “La sustancia”.
La actriz, de 62 años, está disfrutando de la gloria, aunque no olvida los momentos que la llevaron donde está ahora.
Una dura infancia, adolescencia y una carrera marcada por frases como las que contó en su discurso al ganar el Globo de Oro, cuando un directo le dijo que era una actriz de “pop corn” o actriz superficial.
Sin embargo, todo lo que vivió en su juventud formó el carácter y la persona que es ahora, eso porque logró ver la luz al final del túnel, eso porque pese a ser una de las mujeres más conocidas del mundo, la vida no es fácil para Demi Moore.
Demi Moore: el día que su madre la vendió
La infancia de Demi Moore se podría describir como caótica. Nunca conoció a su padre, sólo un padrastro por el que constantemente se tenían que mover de ciudad junto a su madre, Virginia King.
Según contó en sus memorias, “Inside out”, Virginia vivió complejos momentos por su adicción y depresión, que influyeron directamente en la vida de la actriz, consignó El País.
“Recuerdo usar mis dedos, mis pequeños dedos de niña, para sacarle de la boca las pastillas que mi madre estaba intentando tomarse”, escribió Moore, recordando los múltiples intentos de suicidio que tuvo su madre. Recordemos que su padrastro murió tras suicidarse.
Sin embargo, no es el único episodio traumático que vivió con Virginia, su madre. Cuando tenía 15 años vivió un suceso que la marcaría de por vida y también sería la causa del distanciamiento de su madre.
“Llego a casa una noche y me encuentro a un hombre mayor al que conocía con las llaves del apartamento. Fue una violación, y una traición devastadora”, relato la protagonista de “La sustancia”.
Se refería al momento en que su madre la vendió a este hombre por 500 dólares, para que la violara con su consentimiento. Pero cómo lo supo Demi Moore.
La respuesta es simple, su abusador le preguntó: “¿Cómo te sientes al ser prostituida por tu madre por tan solo 500 dólares?”, recogió El Español.
Su relación con su madre no fue la mejor, hasta los últimos años de esta, cuando enfermó de cáncer y Demi Moore hizo lo que ella no había hecho con ella, la cuidó hasta sus últimos días y tuvieron una breve reconciliación.
Adicciones y sobredosis
La dura infancia y adolescencia que vivió Demi Moore la hicieron la presa perfecta de las drogas y el alcohol.
Las sustancias se transformaron en el refugio de la actriz, que en sus 20 acudió a rehabilitación por primera vez. Una acción que realizaría en reiteradas ocasiones, declarando incluso que “Esnifé tanta cocaína que a punto estuve de abrirme un agujero en la nariz”, consignó ABC.
Pese a que fue madre de 3 niñas junto a su exmarido Bruce Willis, la realidad es que no abandonaba las sustancias, hasta que llegó a un punto de quiebre cuando su pareja, Ashton Kutcher le fue infiel en varias ocasiones.
Estando junto a Kutcher, Demi Moore había vuelto a caer en las adicciones y las drogas que había logrado dejar por un tiempo. “Ashton disfrutaba de una copa de buen vino tinto cuando me dijo: ‘No sé si el alcoholismo es algo real. Creo que todo es cuestión de moderación’. Yo quería ser esa chica. La chica que podía tomar una copa con la comida, o un shot de tequila en una fiesta. En mi cabeza, Ashton también quería eso. Así que traté de convertirme en eso: en una chica divertida, normal”, indicó.
Todo partió con una cerveza que, luego, vio como un gran error. “Cuando no tienes un botón de apagado, sigues adelante hasta que no puedes más”.
Sin embargo, las acciones de su expareja la llevaron a un nuevo episodio con las adicciones, tocando fondo, al sufrir una sobredosis frente a su hija mayor, Rumer.
“Me estaba desmoronando. Ya no tenía carrera. Ni una relación. Lo siguiente que recuerdo es que todo se volvió borroso y me podía ver a mí misma desde fuera. Estaba flotando fuera de mi cuerpo en colores que se arremolinaban y parecía que quizás era mi oportunidad: sentí que podía dejar atrás el dolor y la vergüenza de mi vida”, relató la actriz.
El sexismo en Hollywood
Pese a ser una “actriz de taquillas” y no películas que le dieran el reconocimiento que está logrando a sus 62 años, Demi Moore logró ser la actriz mejor pagada de su época.
Demi Moore es la primera actriz que ganó 10 millones de dólares por una película, lo que le valió críticas de todas partes por cobrar esa cifra, algo que nunca habría ocurrido con un hombre en esos momentos.
Es que Moore sabía lo que valía su trabajo, entonces luchó por recibir el dinero que merecía, sin importar lo que pensara el resto, consignó El País.
Su amiga, la actriz Gwyneth Paltrow, declaró al respecto, “Se convirtió en una estrella de cine en una época en la que las mujeres no encajaban en el sistema […] Fue la primera persona que luchó por la igualdad salarial y la consiguió, y realmente sufrió reproches por ello. Todas nosotras nos beneficiamos de ella”.
A sus 62 años, los crueles episodios que vivió la actriz la hicieron crecer y ser lo que es hoy, una de las mejores de su generación.
Finalmente, Demi Moore saca cuentas alegres, recibiendo toda la atención y reconocimiento que esperó durante tantos años, siendo reconocida por sus pares y el público que aún alaba su trabajo.