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Karem Muñoz y su esposo decidieron abandonar la rutina en Chile para vivir en Aruba en busca de una vida más sencilla. Esta pareja, con amplia experiencia laboral, se enamoró de la isla caribeña y decidió emprender un nuevo camino. Tramitaron la residencia a través de un negocio de vinos, experimentando un sistema de salud accesible y de calidad. Aruba les ofreció una mejor calidad de vida, seguridad y diversidad cultural.
En ocasiones, la propia rutina nos puede llevar a replantearnos cómo queremos vivir. Esta inquietud personal llevó a Karem Muñoz a decidir cambiar su rumbo. Junto a su esposo, Romuald Lagos, decidieron que era hora de atreverse y vivir con ligereza.
Karem Muñoz, que ha trabajado incansablemente como ingeniera comercial, quiso orientar su vida, más allá de las fronteras chilenas.
“Nosotros trabajábamos como cualquier persona, en una oficina”, comenta Karem a BioBioChile. Ella estuvo varios años en el rubro de los centros de salud y Romuald, que es un ingeniero civil industrial, contaba con una amplia carrera en la banca.
De hecho, tanto Karem como Romuald, que han caminado juntos durante 29 años, también comparten el amor por los viajes. “Cuando éramos estudiantes en la universidad, no teníamos acceso a viajar mucho, entonces cuando egresamos, empezamos a recorrer lugares lindos”, agrega emocionada.
“Nosotros venimos de familias de mucho esfuerzo, afortunadamente sacamos nuestras carreras, y empezamos a trabajar, y ya viajando íbamos conociendo distintos lugares y siempre nos preguntábamos: ‘¿Uy, ¿por qué no podemos vivir acá?’. Buscábamos eso, tratar de buscar un trabajo que fuera similar a lo que nosotros hacíamos, pero viviendo en un paraíso”, expresa a BBCL.
Entonces, con Romuald, vinieron de vacaciones a Aruba. Si bien era habitual realizar viajes a países caribeños, la Isla Feliz -como se conoce a Aruba- los cautivó apenas al bajar del avión. “En 2014 vinimos de vacaciones, y nos enamoramos de la isla, no solo del clima o las playas, sino de la seguridad que hay acá y de lo multicultural que es. Aquí convivo con gente de todas partes del mundo”.
“Hubo un tiempo en que estábamos superestresados porque no nos veíamos”, recuerda Karem, al ser consultada por las razones de dejar Chile. “Trabajamos duro, teníamos nuestro apartamento, nos habíamos comprado una parcela en Rapel, una moto de agua y una lancha. Y ciertamente, venirnos a vivir a Aruba era perder un poco todas esas cosas, para ganar paz y una tranquilidad que a veces no tiene precio”, expresa.
Ubicada al sur del Caribe, esta isla, de 193 km² de extensión, posee unas bellas playas de arena dorada y aguas turquesas.
La vida en Aruba: la joya del Caribe
En 2024, Chile fue unas de las naciones con mayor crecimiento hacia Aruba, con más de 14.000 viajeros y un crecimiento del 68% respecto al 2023, recoge el portal de finanzas Forbes.
Por lo que esta isla del Caribe, “ofrecía un poquito más de calidad de vida”, expresa Karem.
A juicio de Muñoz, Aruba -que es parte de los Países Bajos- tiene un sistema más “permisivo” respecto a la llegada de inmigrantes que vengan a aportar a la pequeña isla. No obstante, de todas maneras hay que cumplir normativas oficiales y requisitos específicos para poder obtener la residencia.

Pero una vez que decidieron emprender el viaje, las casualidades de la vida, permitieron que las “personas correctas”, les tendieran una mano para iniciar el papeleo para radicarse en la Isla Feliz.
En ese sentido, Karem relata que con su esposo, conocieron a las personas adecuadas, que eran residentes y que los apoyaron desde el primer momento para tramitar la residencia. “En 2014, conocimos personas que nos empezaron a guiar”, recuerda Muñoz.
“Entonces con Romuald acordamos en tener un negocio”, afirma Karem Muñoz, sobre la decisión que los convenció para ir a vivir a Aruba.
“Acá lo más rápido para tener permiso de residencia es tener un negocio, aunque sea chiquito. Pero nosotros nunca habíamos tenido un negocio de nada, pues siempre trabajamos apatronados. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Qué podemos vender? Porque en esta isla no se produce nada, ya que todo es importado”, menciona Karem en términos muy generales.
Así las cosas nació Bonvino, un vino chileno inspirado en la palabra “Bonbini” que en papiamento (lengua que se habla en Aruba) significa “bienvenido”.
“Acá somos todos iguales, no hay ricos ni pobres”
Por otra parte, Muñoz cuenta a BioBioChile, que el negocio de vinos, les permitía tener los papeles de extranjería al día, porque es considerada una vía legítima para regularizar su situación en la isla. Ya que el estar legal, permite acceder al sistema de salud obligatorio AZV.
“Acá todos somos iguales, no hay ricos ni pobres. Por eso mismo, se nos asigna un médico. Y te asignan el que está más cerca de tu casa”, puntualiza Muñoz, sobre la cobertura de salud en Aruba.

“Él lo ve todo. Mi médico es ginecólogo, es psicólogo y cardiólogo”, precisa. “La mayoría de los doctores estudia en Países Bajos y tiene un magíster”, comenta la ingeniera comercial.
Tanto la visita del médico y los medicamentos son gratuitos para muchos residentes (aunque con límites) sostiene Karem Muñoz. “Si tú tienes alguna enfermedad grave y te tienes que operar del corazón, te mandan a Colombia con todos los gastos pagados”, indicó.
Los residentes suscritos al seguro de salud obligatorio AZV, tienen cobertura de una amplia gama de servicios de salud, pero no de manera ilimitada. Hay servicios que pueden no estar cubiertos. Es importante considerar que para los turistas y personas sin seguro, la atención médica puede ser costosa, por lo que se recomienda contratar un seguro de viaje que cubra emergencias y repatriación.
Desde la Oficina de Turismo de Aruba en Chile, aclaran que “si bien Aruba cuenta con un sistema de salud sólido y accesible, no corresponde generalizar que todos los servicios médicos, medicamentos o tratamientos en el extranjero sean gratuitos para toda la población. Esto depende del estatus migratorio, tipo de cobertura y condiciones particulares”.
Los detalles inéditos de Aruba
Con referencia a la capital de Aruba, Oranjestad, en esta ciudad se ubica el puerto y el aeropuerto. Ya en la parte norte, es donde están todos los hoteles grandes. Un arrendamiento promedio -cuenta Karem- dependerá de la localización geográfica, por ejemplo, una buena ubicación es la playa Eagle, donde van mayormente los arubeños.
“No existen playas privadas, todo es público”, remarca la chilena a nuestro medio.
Si bien Aruba mantiene su autonomía con la elección de un primer ministro y gobierno, la defensa nacional está bajo el control de los Países Bajos. “Acá estamos protegidos por los marines holandeses”, comenta Muñoz.
Es tanto el nivel de seguridad que hay en la isla, que puedes ir al puerto y puedes ver a las mujeres llenas de joyas en la calle, asevera Muñoz. “Entonces, es muy seguro, no existe delincuencia. Además, es tan chica la isla, que si ocurre algo, todo el mundo lo sabe”, indica.
Por otro lado, el territorio insular, como se encuentra a 25 kilómetros de Venezuela, mantiene una conexión con el país llanero, que ha decantado en una tensa relación. “Hay un bloqueo a los venezolanos que es muy fuerte”, expone Karem.
“Hace muchos años, cuando Venezuela estaba bien económicamente, ellos venían mucho para acá a pasar el fin de semana, como quien va, no sé, por Buenos Aires a otra ciudad, y el venezolano que venía con dinero, tendió a ser muy arrogante. Y acá los arubianos no perdonaron eso. Es como que dijeron: ‘Ah, ahora quieren venir’. Es tanto el rechazo, que a mí, igual me da tristeza, porque yo tengo amigos venezolanos”, describe a BioBioChile.
“De hecho, cuando nosotros llegamos con Romuald el primer año, donde íbamos nos trataban pésimos. Después de 5 minutos nos preguntaban: ‘¿de dónde son ustedes?’ ¿No son venezolanos?” No, somos de Chile”, concluye.
Aclaración (12/05/2025 – 12:36) La Oficina de Turismo de Aruba en Chile se comunicó con BioBioChile para aclarar que el acceso a servicios de salud gratuitos en ese país depende del estatus migratorio, tipo de cobertura y condiciones particulares.