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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El papa Francisco falleció en su residencia en el Vaticano, activando el protocolo para su funeral y el inicio del Cónclave, donde cardenales menores de 80 años elegirán al nuevo sumo pontífice en un plazo máximo de 15 a 20 días. Se necesitará una mayoría de dos tercios para la elección, y cada cardenal votará de forma secreta en la Capilla Sixtina.

La madrugada de este lunes (hora Chile) falleció el papa Francisco a los 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano.

Esto llevó a la activación del protocolo de su funeral, que el mismo Francisco decidió simplificar, sin embargo, fuera de este acto, muchos se preguntan ¿qué viene ahora?. Esto tiene respuesta, y es el Cónclave.

Dentro de un plazo máximo de 15 días tras la muerte del papa, se realiza el llamado Cónclave, que significa “con llave”, ya que cardenales de todo el mundo se reunirán en la Santa Sede para elegir al nuevo sumo pontífice, en una sala cerrada.

¿Quién puede ser elegido papa?

Lo primero que hay que dejar en claro, es que el Vaticano no queda solo, ya que tras la muerte del papa, quien asume la responsabilidad de verificar la muerte del Santo Padre, preparar el funeral y administrar la Iglesia, es el Camarlengo, quien es el estadounidense Kevin Farrell.

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Según indica el diario argentino La Nación, de los 252 cardenales que tiene la Iglesia Católica, 139 tienen menos de 80 años, edad límite para votar.

El Colegio Cardenalicio es llamado a reunirse, y tienen un plazo máximo de 15 días.

Las principales condiciones para ser elegido papa es ser hombre y bautizado por la Iglesia Católica. No se requiere ser cardenal específicamente, o sacerdote, sin embargo, desde 1378 que no se elige a alguien fuera del Colegio Cardenalicio.

Proceso del Cónclave

Una vez que llegan todos los cardenales al Cónclave, ingresan a la Capilla Sixtina cantando “veni creator”. Luego, el Camarlengo cerrará las puertas diciendo “extra omnes”, lo que significa “todos fuera”.

Ya encerrados en la Sixtina, cada cardenal jurará con las manos sobre los Evangelios, recitando “Et ego …cardinalis… spondeo, voveo ac iuro silentium (…) Sic me Deus adiuvet et haec Sancta dei Evangelia quae manu mea tango” (yo, … cardenal … prometo, me obligo y juro silencio … Que Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”, consigna Infobae.

Los cardenales no pueden ingresar con celulares al Cónclave, ni tendrán acceso a radios, periódicos, televisión o cualquier dispositivo que los conecte con lo que ocurre fuera de la capilla. Además, hay vigilancia electrónica, como inhibidores para radios y celulares.

Si un cardenal irrumpe alguna de estas medidas, se ordena la excomunión automática.

Los cardenales se ubicarán a ambos lados de la sala, se elegirán al azar los nueve que oficiarán la votación, tres de ellos serán fiscales a cargo de supervisar el proceso, otros tres que deberán recoger los votos y otros tres que los revisarán.

Como todo acto, no está fuera de la política, ya que tras los discursos, oraciones y reflexiones, se debate sobre los requerimientos que necesitará el nuevo sumo pontífice para dirigir la Iglesia.

Tras el debate comienza el proceso de votación. Serán dos sesiones de votación al día, cada sesión consistirá en dos rondas, es decir, cuatro votaciones al día.

Cada cardenal debe escribir el nombre de su favorito, idealmente con una letra que no permita identificar quién lo escribió. Posteriormente, deja su voto en el altar bajo la pintura del Juicio Final de Miguel Ángel.

En ese momento, cada cardenal dirá “Pongo por testigo a Cristo el Señor, que será mi juez, para que mi voto sea dado a aquel que ante Dios creo que debe ser elegido”, y luego se retirará a su puesto.

¿Cuándo es elegido el nuevo papa?

Finalmente, el nuevo papa es elegido cuando un candidato tiene una mayoría de dos tercios. Para evitar entrar en un bucle interminable si es que no se llega a un acuerdo, se determina que la votación seguirá con los dos candidatos que consiguieron mayor apoyo en la ronda anterior.

Todos los votos deben ser quemados tras su lectura, lo que se llama “fumatas”. Ese es el momento en que los asistentes esperan el llamado “humo blanco”, que ocurre cuando un nuevo papa es elegido. Para dar un tono más oscuro o claro al humo, hoy en día se utilizan productos químicos, añade La Nación.

El decano de mayor rango y antigüedad, le preguntará al cardenal electo como papa si acepta o no asumir el cargo, y si acepta, se le preguntará qué nombre adoptará, consigna Infobae.

Finalmente, el nuevo papa es conducido a la “Sala de las Lágrimas”, adyacente a la Capilla Sixtina, donde se pone su nueva túnica blanca y zapatillas rojas. Previamente hay tres trajes preparados, uno pequeño, otro mediano y uno grande.

Para cerrar el proceso, el decano se dirige a los fieles que están en la Plaza de San Pedro y recita “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus papam (Les anuncio una gran alegría: ¡Tenemos papa!).