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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El hijo de Rob Reiner, Nick Reiner, es señalado como sospechoso del asesinato del reconocido cineasta y su esposa, luego de que se revelara que arrendó una habitación de hotel la noche del crimen, donde se encontraron escenas perturbadoras como la ducha llena de sangre y sábanas cubriendo las ventanas. Nick, quien tenía problemas de salud mental y adicciones, fue arrestado en Los Ángeles tras una discusión en una fiesta navideña con sus padres. La policía sigue buscando un arma blanca y reconstruyendo sus movimientos antes de la captura, mientras se confirmaban los cortes en la garganta de las víctimas.

Mientras pasan los días de la impactante muerte del reconocido cineasta Rob Reiner y su esposa, salen a la luz nuevos antecedentes que confirmarían la autoría de su hijo en el asesinato, Nick Reiner, quien tenía problemas de salud mental y adicciones.

Ahora, se reveló que el supuesto asesino, arrendó una habitación en un hotel la noche de la tragedia. De acuerdo a Daily Mail, la escena encontrada en el cuarto, horas después, era perturbadora: la ducha estaba llena de sangre, había salpicaduras en la cama y las ventanas habían sido cubiertas con sábanas, “como si alguien hubiera intentado aislarse del mundo”.

Nick Reiner dejó cubierta de sangre una pieza de hotel

Según datos policiales, recogidos por el medio inglés, Reiner se registró alrededor de las 4 de la mañana del domingo en el hotel, tras haber asistido a una fiesta de Navidad son sus padres -donde tuvieron una discusión-. Ya el domingo por la noche, fue arrestado en centro de Los Ángeles.

Ahora, la policía intenta reconstruir los pasos del supuesto asesino, entre la noche del sábado (cuando fueron a la fiesta) y el momento de su captura. Los agentes destacan sus “movimientos erráticos” y un arma blanca que aún no aparece, que es buscada incesantemente por la policía.

Recordemos que horas antes de la detención de Nick, Rob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner, fueron encontrados sin vida en su residencia. Ambos presentaban cortes en la garganta y signos de haber sido asesinados mientras dormían.

Su hijo, el principal sospechoso, vivía en la casa de huéspedes de la mansión familiar y arrastraba un historial de adicciones y crisis emocionales.

La noche previa al crimen, asistió con sus padres a una fiesta navideña donde su comportamiento inquietó a varios invitados, incluido un enfrentamiento verbal con el comediante Bill Hader.