Permiso parental sueco: el postnatal masculino y los beneficios que trae para la mujer y la sociedad

El postnatal masculino, que a simple vista puede verse como un beneficio para los hombres, es en realidad una poderosa herramienta para las mujeres en diversos aspectos, como también para los hijos e, inclusive, para la igualdad de género en la sociedad.

En Suecia lo saben, donde tienen una política de permiso parental que está a años luz de lo que actualmente hay en Chile.

Los padres en nuestro país tienen solo cinco días de permiso legal pagado cuando nace un hijo. En caso de querer ampliar ese plazo, la mamá puede cederle hasta seis semanas de su postnatal a tiempo completo, o 12 semanas a medio tiempo.

Sin embargo, en el mencionado país europeo la situación es otra.

El embajador de Suecia en nuestro país, Tomas Wiklund, conversó con BioBioChile sobre las características del permiso parental sueco, que nació hace más de 50 años y que ha ido evolucionando con el tiempo.

“El sistema sueco hoy día es uno de los más generosos del mundo… Comenzó ya en 1974, cuando Suecia, de hecho, fue el primer país del mundo en introducir un sistema de permiso parental pagado para madres y padres”, comentó.

Su instauración trajo profundos cambios culturales en el país, que llevó a incidir en que los padres también tengan un rol preponderante en los primeros meses de sus hijos.

“La cultura en los años 80 todavía se consideraba en muchos círculos que era cosa de mujer estar en la casa con los niños… La situación en Suecia ahora ha cambiado, es al revés. Si un papá no tiene un permiso parental extendido por lo menos unos meses, la gente va a pensar que es extraño. Tú debes estar en la casa con tu hijo y, si no lo haces, eres mal padre”, detalló.

A su juicio, este permiso parental “ha ayudado a las familias a tener un balance entre la vida laboral y familiar”.

480 días (16 meses) de permiso

Actualmente, el permiso parental sueco consta de 480 días, o sea 16 meses.

“De esos días, 390 son pagados hasta 80% del sueldo. (Lo paga) el empleador con apoyo del Estado”, comentó el diplomático, aunque agregó que “hay muchos sitios de trabajo y muchas empresas que aumentan el nivel al 90%”.

En tanto, detalló que “los últimos 90 días tienen una compensación más baja”.

Según la última actualización del permiso parental, el padre debe tomarse 90 días de forma obligatoria, cifra que es un piso, porque puede ser aún mayor.

“Hoy día más de un 80% de los padres toman como un permiso extendido, no solamente un día o dos, sino más de un mes”, aseveró.

Inclusive, “podría ser también 3 meses la mujer y lo demás el hombre”.

Empoderamiento y reintegro a la fuerza laboral

A juicio de Wiklund, la implementación de este permiso parental generó diversos beneficios para el rol de la mujer en la sociedad sueca.

“A través de esto se promueven los derechos de las mujeres. Aumenta la posibilidad para que las mujeres se reintegren en el mercado laboral… Aumenta el empoderamiento de mujeres”, explicó.

Junto con ello, señaló que “hay razones económicas. Que es mejor para la sociedad asegurarse de poder aprovechar los talentos de las mujeres y los hombres”.

De hecho, el embajador declaró que en la actualidad, “76% de las mujeres y 80% de los hombres participan en la fuerza laboral”.

Beneficio en la crianza gracias a una mamá con mayor bienestar

Pero, tener la participación de los dos padres en la crianza también ayuda a los niños.

“Estudios muestran que es bueno para los niños, para su desarrollo, tener una relación más estrecha con el padre y la madre cuando son pequeños”, explicó.

Javiera Cerda, psicóloga infanto-juvenil, explicó que una participación activa del padre en la crianza puede traer diversas bondades.

“Numerosos estudios indican múltiples beneficios para el desarrollo infantil, como salud física y mental, habilidades sociales, lenguaje, CI, regulación emocional, desarrollo cognitivo, desempeño académico, apoyo financiero e incluso disminución de mortalidad infantil”, dijo a BioBioChile.

Ella es experta en crianza positiva y directora de Metodología y Formación de Triple P Latinoamérica, Programa de Parentalidad Positiva.

Cerda señaló que “sin embargo, la participación del padre en la crianza no resulta per-se beneficiosa. Estudiar el real impacto de su participación ha sido un desafío para las ciencias y aún existen opiniones divididas”.

Por ejemplo, si existe una coparentalidad negativa o una crianza compartida conflictiva, el estrés materno puede aumentar. Si es al revés, o es la coperantealidad es equitativa, el estrés disminuye.

“Lo cierto es que la participación masculina tiene efectos incluso desde el embarazo y va variando según las etapas del desarrollo infantil. En ese sentido, el impacto de un padre involucrado en la trayectoria del desarrollo infantil resulta evidente. Sin embargo, estos efectos podrán ser positivos o negativos dependiendo de la calidad de sus cuidados y de alianza o relación con la madre y otros cuidadores”, detallo la experta.

Según Cerda, “si hay una corresponsabilidad o crianza más equitativa, vas a tener a un niño que se desarrollará mejor, no solo por la influencia positiva del padre, sino también por contar con una madre con mayor bienestar, menos cansada y, por lo tanto, más paciente, más disponible y sensible a las necesidades de su hijo. Y, al igual que la paradoja del huevo o la gallina, es altamente probable que esos padres gocen de una buena relación de pareja o sean un buen equipo en el caso de padres separados”.

Postnatal masculino: ¿Cómo mejorar la situación chilena?

Hay cuatro empresas suecas en Chile que otorgan beneficios en esta misma línea. Según el embajador, se trata de ABB, Electrolux, Epiroc y Sandvik entregan tres meses pagados a los padres cuando nace un hijo.

Consultado sobre si el modelo sueco puede replicarse en Chile, Tomas Wiklund expresó que, si bien cada país tiene su contexto, “se puede siempre buscar inspiración en otros sistemas. Y nosotros lo hacemos también, obviamente, en Chile y en otros países, dependiendo del asunto”.

“Se puede decir que, para nosotros, para Suecia, sí es algo que realmente nos ha ayudado como país. En el sentido de tener una fortaleza como sociedad. Ha ayudado en un sentido amplio hacia el contrato social que tenemos. Porque la gente siente que hay un apoyo de la sociedad. Y además de que mujeres y hombres ayudan más a la familia. Es como un sentido de conexión”, expresó.

Añadió que “obviamente ha ayudado mucho a las mujeres en su situación del mercado laboral… Todavía hay trabajo que hacer, como la brecha salarial. Pero en general, es un cambio drástico en los últimos 30 años en ese sentido”

“La posición de la mujer en la sociedad y en la sociedad laboral ha aumentado mucho. Pero como yo dije, también creo que ha ayudado mucho en la economía, en el desarrollo de nuestra industria y nuestra sociedad. Porque estamos tratando de aprovechar de todos los talentos. Mujeres y hombres”, puntualizó.

Finalmente, cerró diciendo que este beneficio “es un win-win para la economía, así que es una inversión. Ganan todos al final. Claro que tiene un costo, ¿no? Pero es una inversión muy importante”.

Postnatal masculino para reducir brecha de género

Por su parte, Javiera Cerda coincide en que una participación más equitativa traería beneficios en diversos niveles, como el individual, familiar, social, cultural y económico.

“Las brechas de género son, en gran parte, producto de la falta de equidad en las tareas domésticas y de cuidado. Y esto puede verse reflejado en diversos fenómenos, como la menor participación de la mujer en el mercado laboral, las diferencias salariales y de oportunidades, castigo a la trayectoria laboral de las mujeres, falta de tiempo libre o de ocio, y un largo etcétera”, explicó.

A su juicio, “la falta de equidad entre padres y madres pareciera ser un problema de índole cultural y con raíces históricas. La evidencia de algunos países y el análisis de especialistas señalan que la corresponsabilidad en la crianza es una consecuencia de esfuerzos sistemáticos y sostenidos de los Estados para promoverla”.

Por ello, destacó que “pareciera que las políticas de postnatal bien diseñadas, y especialmente las políticas de postnatal masculino, son una de las maneras más eficientes de reducir las brechas entre hombres y mujeres”.

“La mayor participación positiva del padre desde el inicio tendría un impacto directo en corresponsabilidad. Como el dicho popular, la práctica hace al maestro. Mientras más participe el padre desde un inicio, más hábil se volverá y más posibilidades existirán para una crianza compartida y con equidad. Sin mencionar el impacto ineludible en la vinculación temprana entre el padre y el hijo/a. Y mientras más equidad se otorgue en los permisos posnatales, menor será el castigo a la maternidad (The parenthood effect según Goldín)”, cerró.