Helge Busching, examigo de Christian Brueckner, había informado que encontró un juego de herramientas que el acusado adquirió para "irrumpir en complejos turísticos, hoteles y casas de vacaciones".

Según reportes de la prensa británica, el caso de la desaparición de la niña Madeleine McCann y las acusaciones contra el sospechoso de pedofilia alemán Christian Brueckner “está a punto de colapsar”.

Esto se debe a que el ex amigo que proporcionó un testimonio incriminatorio se encuentra “tambaleándose” y amenaza con dejar de cooperar en la investigación.

La preocupación actual es que Helge Busching, quien proporcionó pruebas en contra de Christian Brueckner, de 45 años, sospechoso clave en la desaparición de Madeleine desde el año pasado, esté considerando retirar su testimonio.

Caso Madeleine McCann corre riesgo: principal testigo amenaza con dejar de ayudar en la investigación
Principal testigo | Helge Busching

La situación del caso se encuentra en una posición delicada, ya que se basa en gran medida en el testimonio de un ex amigo del sospechoso, quien afirmó que en una conversación sobre la desaparición de Madeleine, Brueckner le dijo que “ella no gritó”.

Busching afirma que Brueckner le dijo en un festival de cometas español en 2008 que estaba involucrado en el secuestro de Madeleine en Praia da Luz un año antes.

Fue recién en el año 2017 cuando Helge dio el nombre de Brueckner a la policía británica, en el décimo aniversario de la desaparición.

El acusado de secuestrar a Madeleine McCann toma una decisión desesperada

Christian Brueckner, acusado de secuestrar y asesinar a Madeleine McCann en mayo de 2007, tomó una medida drástica para afirmar su inocencia.

Desde la prisión, donde cumple condena por la violación de una turista en el mismo lugar donde desapareció la niña, envió una carta escrita a mano argumentando que no se encontraba en el lugar en la fecha en que ocurrieron los hechos.

En la carta redactada desde la prisión de máxima seguridad de Wolfenbüttel en Alemania, Brueckner sostiene firmemente su inocencia afirmando que no regresó a Praia da Luz, en el Algarve, desde el año 2006.

Según sus declaraciones, esto implicaría que no podría haber estado involucrado en el secuestro de la niña un año después.

En un esfuerzo por reafirmar su inocencia ante las acusaciones en su contra, Christian redactó también cartas dirigidas a antiguos amigos de su juventud.

De acuerdo con lo informado por The Mirror, Brueckner habría mantenido correspondencia con dos personas de su círculo social, solicitándoles que lo apoyen en caso de que el caso llegue a juicio y testifiquen en su favor.

Su objetivo es que estos amigos relaten que él era una persona de buen carácter y, por lo tanto, no podría haber cometido el delito que se le imputa.

En sus cartas, Brueckner también argumenta que se siente víctima de represión por parte de la policía y los fiscales.

Afirma que esta represión se manifiesta en el hecho de que solo se le permite salir de su celda durante unos minutos al día para dar un breve paseo en el patio.

Además, destaca que no tiene contacto con otros reclusos, y como resultado, critica duramente a las autoridades judiciales.