De la clínica al presidio hay un sólo crimen. La sentencia se conoció recientemente, pese a que el hecho ocurrió 8 años atrás. Un vínculo profesional de por medio y un horrendo fin para un hombre que fue acusado de infiel.

María Alejandra Lafuente Casco es noticia desde las últimas semanas en México. La justicia de ese país determinó que debe estar 46 años presa, por un atroz crimen en contra de un hombre.

No se trata de un desconocido. Al contrario. Su vínculo, de principio a fin, fue íntimo y fue escalando de lo profesional a lo personal, hasta acabar en tragedia.

En su consultorio en la Ciudad de México, Lafuente Casco pasaba desapercibida como una psicóloga comprometida y dispuesta a ayudar a sus pacientes. Fue de esa forma que conoció al que sería su esposo y posteriormente su víctima.

Uno de los detalles que salió a la luz con su reciente condena, fueron sus antecedentes con otra pareja, quien corrió con suerte y escapó vivo de milagro, según la información trascendida en distintos medios de comunicación mexicanos.

María Alejandra Lafuente Casco, conoció a su víctima por medio de su hija quien era una de sus pacientes.
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De la clínica a un vínculo con rechazo

Sin duda, la condena de María Alejandra Lafuente Casco despertó en las últimos meses un interés notable en México y más allá de este país. La sentencia del juez, que la envió 46 años presa, lo dice todo.

El preludio a la tragedia se remonta casi una década atrás, cuando la profesional de la salud mental -o al menos eso se creía- recibió en su consultorio a la hija de Allan Carrera Cuéllar, un hombre de 41 años quien buscó la clínica para que la joven fuera atendida.

En el intertanto, la psicóloga y el padre de su paciente fueron intimando, al punto de iniciar una relación sentimental, cosa que no le gustó para nada a la hija de Allan. De hecho, el portal noticioso Milenio relata en una de sus notas sobre el tema, que la joven increpó a su psicóloga por estar de novia con su padre y hasta dejó la terapia.

Con el descontento de por medio, todo fue escalando de forma rápida que, en cuestión de semanas, Allan y “La Ale”, como era conocida por sus allegados, comenzaron a hablar de boda, tanto que disgustó a la familia del hombre quien tenía un negocio de azulejos y, por ende, un buen pasar económico.

“Nos dijo que en una semana se iban a casar e incluso, en esa ocasión ella (Alejandra) comentó que al parecer estaba embarazada. La boda se celebró el lunes siguiente, pero no asistió nadie de mi familia, ya que ellos dijeron que era algo muy íntimo y solo acudieron el padre de Alejandra, la esposa del mismo y los hijos de ella”, según palabras de Margarita Carrera, hermana de Allan.

Sin embargo, pronto llegaría el fin de una estabilidad. La mujer comenzó a sospechar de que su novio le era infiel y lo que vino fue la tragedia que dio de qué hablar a todo un país.

La familia de Allan Carrera comenzó a buscarlo tras semanas de ausencia.
Excelsior / México

El atroz crimen por el que psicóloga estará 46 años presa

Entre el 4 y 5 de noviembre del 2014, en la vivienda de la pareja, ocurrieron situaciones propias de una película de terror.

La psicóloga María Alejandra Lafuente Casco gestó un plan para vengarse de su marido por presuntamente serle infiel. Descubrió una serie de mensajes de texto que le indicaron su relación con otra mujer.

Según consta en los reportes oficiales, Lafuente suministró a Carrera una dosis grande de Benzodiacepinas, psicofármaco para el tratamiento de depresiones, entre otros trastornos del ánimo, con efectos sedantes por su composición.

La mujer aprovechó el efecto del psicotrópico en su víctima para asesinarlo y posteriormente descuartizarlo en varias partes que fueron esparcidas por dos comunas de la Ciudad de México, CDMX por sus siglas.

¿Cómo lo logró? Según los detalles que emergieron con la investigación, en el condominio donde habitaba la pareja, se recibió un pedido de ayuda de la psicóloga para poder bajar una maleta grande y llevarla a su vehículo. Ese momento fue descrito en la bitácora de conserjería y posteriormente relatado en tribunales.

…“a las 12:45 de la mañana”, (del 5 de noviembre, solicitó ayuda para subir una maleta roja a su camioneta). Se veía muy nerviosa y desesperada y volteando para todos lados, se le preguntó qué llevaba en la maleta y respondió que era equipo de cirujano, que era de su papá y que se lo iba a llevar a un hospital porque estaba muy enferma y la iba operar. Salió y regresó a las 4:18 de la mañana y ya no salió, pero se veía muy sospechosa”

Fue uno de los testimonios, camino a estar 46 años presa por su crimen.

Una desaparición sospechosa

La familia de Allan Carrera, de 41 años, y cuya indagación por su asesinato establece que sufría de alcoholismo y depresión, estuvo en alerta desde que intimó con la psicóloga Alejandra Lafuente (La Ale).

Según Milenio el empresario tenía una buena relación con su familia, pese a que esta no asistió a su boda efectuada meses atrás. De hecho, se comunicaban constantemente por mensajes de texto, pero esto dejó de ocurrir desde el 31 de octubre.

Tras dejar de fluir la comunicación, los hermanos de Carrera comenzaron a indagar sobre su paradero. Cuando ya había sido asesinado, recibieron respuesta, supuestamente de Allan, quien les aseguró que estaba de viaje. Posteriormente, les escribió que estaba bien o que quería estar sólo. Incluso, uno de los textos aseguró que estaba arrepentido de haberse casado con Alejandra Lafuente y que ahora ya tenía una relación con otra mujer.

La psicóloga se internó en una clínica psiquiátrica y envió a nombre de su esposo dichos mensajes, intentando ocultar el crimen. Más tarde, cuando todos la buscaban para saber de Allan, el padre de esta, Eduardo Isidro Lafuente Grimaldi, le aseguró a la familia de la víctima que su hija estaba interna porque “se había puesto paranoica y que se la quería llevar la policía”.

Desde esa fecha, el ministerio público, comenzó a catalogarla como la principal sospechosa de la desaparición del hombre y en la búsqueda de su paradero, ocurrió el hallazgo de bolsas con restos humanos en dos comunas de la CDMX (Tlalpan y Cuauhtémoc).

El cuerpo de Allan Carrera, descuartizado por la psicóloga María Alejandra Lafuente Casco fue esparcido en bolsas plásticas por dos comunas de la CDMX.
Excelsior

46 años presa: la condena a una psicóloga que cometió atroz crimen

Los restos humanos descubiertos, fueron analizados. Pertenecían a Allan Carrera, esposo de Alejandra Lafuente. La mujer lo descuartizó, tras asesinarlo, con una motosierra.

El periódico mexicano El Universal, publicó semanas atrás, parte de los detalles de lo que fue la condena contra la psicóloga. La misma tardó en llegar ocho años, en medio de su internamiento y pesquisas del caso.

El juez de la causa, determinó que por los delitos de “Homicidio en razón de parentesco calificado y contra el respeto a los cadáveres o restos humanos”, la psicóloga María Alejandra Lafuente Casco debe pasar 46 años presa.

Tras la condena en firme, no tiene derecho a una revisión de la condena, ni a medidas sustitutivas al arresto. En conclusión: no tiene beneficios de la suspensión condicional de la pena impuesta.

La psicóloga Lafuente estuvo procesada en 2011 por herir con un cuchillo a su entonces pareja a quien acusó de golpearla. Un juez la absolvió al estimar legítima defensa. Así lo detalla el periódico Excelsior.

No obstante, y aunque de forma tardía, el juez que ventiló la nueva causa la envió a prisión sin oportunidad de argumentar su proceder, dadas las características del crimen.

María Alejandra Lafuente Casco fue absuelta en 2011 por acuchillar a una expareja, en defensa propia, según juez de la causa.
Milenio