Medios en Estados Unidos dieron cuenta de un duro hecho ocurrido en Kansas, donde un niño de sólo tres años murió durante una visita de rutina que tuvo al dentista. Todo apunta a que sufrió una reacción alérgica ante la sustancia que se utilizó de anestesia.

Según detalla revista People, el pequeño es Abiel Valenzuela Zapata, quien asistió la semana pasada hasta el Tiny Teeth Pediatric Dentistry en la ciudad de Wichita, junto a su madre, para realizar un tratamiento por una infección común.

Reportes policiales indican que luego de recibir la primera inyección el menor de edad lloró por bastantes minutos, por lo que debió ser calmado por su progenitora, Nancy Valenzuela.

Los archivos agregan que por tres minutos el especialista trabajó en su mandíbula inferior. Sin embargo, al cabo de un momento su pulso comenzó a bajar y la mejilla se hinchó de forma excesiva.

Ante esto, el odontólogo procedió a realzarse reanimación cardiopulmonar, pero su estado de salud empeoró y tuvo que se trasladado hasta un centro hospitalario, donde falleció al cabo de unas horas.

Archivo familiar

“No esperábamos salir de allí sin un hijo. Como madre, sientes que le fallaste porque no hiciste nada para protegerlo”, indicó Valenzuela.

Trevor Macy, portavoz de la policía de Wichita, indicó al citado medio que es probable que la causa de muerte sea por una reacción alérgica.

“Se cree que el niño tuvo una reacción inesperada a la medicina proporcionada durante el curso de sus procedimientos dentales”, indicó.

Por lo pronto, la familia indicó que iniciará acciones legales en contra del centro médico, acusando fallas en los protocolos.

No obstante, desde el lugar aseguraron que las sustancias para sedar están en regla y son utilizadas en decenas de niños a diario, añadiendo que una posible alergia debió haber sido advertida de antemano por la madre.