Corría la primera semana del décimo mes de este inesperado 2020, con los aviones comenzando a alzar vuelo en varias partes del mundo, como la polémica en una de las terminales aéreas más concurridas del planeta.

En el aeropuerto de Qatar, un hallazgo extremó las medidas, incluso más que el mismo coronavirus.

Una recién nacida fue encontrada en uno de los baños de la terminal aérea, en el área de salidas, cerca de donde los aviones están listos para despegar y sus pasajeros ya han pasado los controles para emprender su viaje. Excepto,entre otros inconvenientes, si hay una nueva vida a bordo en este mundo y nadie que se haga cargo de ella.

Eso ocurrió el viernes 2 de octubre, cuando la bebé de pocas horas de nacida fue encontrada envuelta en una bolsa plástica, dentro de un contenedor de basura.

“Los médicos expresaron su preocupación sobre la salud y el bienestar de la madre que acababa de dar a luz y requirieron que se la localizara antes de que se fuera”, rezaba la explicación del aeropuerto, la cual llegó tarde, cuando el incidente escaló a más, en lugar del avión que estaba listo para el despegue.

Y es que decenas de viajeros ya habían embarcado el vuelo Qatar Airways QR 908 a Sídney, Australia. Estaban sentados, esperando el despegue, cuando una orden repentina, dirigida específicamente a las pasajeras, detuvo radical y momentáneamente el itinerario del despegue.

Exploración vaginal sorpresa

18 mujeres que yacían en sus asientos, fueron obligadas a bajar de la aeronave. En la pista de aterrizaje las esperaba una ambulancia, sin que nadie les explicara el porqué de la situación.

Las 13 australianas y otras 5 más, de otras nacionalidades no reveladas, entraban una al hospital ambulante sobre ruedas, donde les esperaba una exploración vaginal.

Resulta que a las autoridades del aeropuerto de Qatar, se les ocurrió la invasiva idea, para encontrar a la madre de la recién nacida, tomando en cuenta la zona del hallazgo y las horas estimadas del alumbramiento.

Para cuando terminó la revisión de la casi veintena de mujeres, fueron llevadas de nuevo a la aeronave que despegó con 3 horas de retraso. El vuelo y revuelo se conjugaban en un espacio aéreo lleno de quejas y sobresaltos, más allá de la turbulencia. Era la indignación como bolsa de aire entre quienes vieron la medida extrema, inconsulta e invasiva.

Al llegar a Sidney, la queja subió de tono, ya en espacio aéreo conocido, al menos para las australianas.

La cadena local de noticias 7News ha dado seguimiento al caso, difundiendo los testimonios de las pasajeras ofendidas por el proceder del aeropuerto.

“Fue humillante”, relató una de ellas, otras fueron descritas llorando debido al episodio que ha puesto a dos países a discutir la situación al más alto nivel.

Gobierno exige respuesta de Qatar

Con el grito en el cielo, tras el incidente en tierra, las autoridades australianas difundieron su queja y la hicieron pública.

La ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, es la encargada de obtener las respuestas del gobierno de Doha.

“Es muy preocupante y ofensivo. Nunca había oído que ocurriera algo así en mi vida, en ningún contexto”, dijo la funcionaria, quien obtuvo una comunicación preliminar de su contraparte, luego que las autoridades de Qatar, aseguraron que la fiscalía ya estaba investigando lo sucedido y que fueron identificados los responsables de las exploraciones vaginales.

Con el paso de los días, el incidente involucró exigencias del primer ministro Scott Morrison, quien ha descrito la situación como inaceptable y espantosa, pese a que Qatar emprendió la investigación y pidió disculpas por los acontecimientos.

No conformes con que el asunto se volvió diplomático, la junta directiva del Sindicato de Trabajadores del Transporte ha oficiado varios encuentros para discutir formas de aumentar la presión sobre los gobiernos de Australia y Qatar, a fin de que resuelvan el incidente.

“El gobierno federal australiano y el gobierno de Qatar no han cumplido con su deber de cuidar a todos los australianos que estaban a bordo de los vuelos de Qatar Airways”, aseguró un portavoz sindical a 7News.

En tanto, y pese a las quejas que llegaron desde Sidney, El gobierno de Qatar dijo que el objetivo de la búsqueda urgente había sido evitar que la madre de la niña abandonada escapara después del crimen.

Así mismo, informó que la recién nacida estaba bajo atención médica en Doha, a salvo, luego de casi perder la vida a solo horas de llegar al mundo de forma tan cruel y abrupta.