Medios en Estados Unidos informaron de un insólito caso ocurrido en una ciudad llamada Southfield, donde una mujer de 20 años abrió los ojos justo antes de ser embalsamada en una funeraria. La joven había sido declarada muerta en un servicio de salud.

La víctima del hecho fue identificada como Timesha Beauchamp, quien el pasado domingo había sufrido un accidente doméstico que obligó a su familia a llamar a los servicios de emergencias.

Según detalla el medio Washington Post, paramédicos del servicio de salud de la ciudad recibieron una llamada esa mañana, indicando que la mujer estaba sin signos vitales, no respiraba y no respondía.

De esa forma, los funcionarios estuvieron cerca de 30 minutos intentando reanimarla, pero en ningún momento hubo atisbo de recuperación, por lo que fue declarada como fallecida.

“Dado que no había ninguna indicación de un hecho ilícito, y siguiendo el procedimiento estándar, fue contactada la Oficina del Médico Forense del Condado Oakland, que confirmó el deceso y decidió la entrega del cuerpo a los familiares”, señala un comunicado del organismo.

Timesha Beauchamp
Timesha Beauchamp

Con la noticia, el cuerpo de la joven fue trasladada hasta la funeraria James H. Cole de Southfield, donde justo antes de comenzar el proceso de embalsamar el cuerpo los trabajadores notaron que estaba viva.

De acuerdo a lo indicado por Geoffrey Fieger, abogado de la familia Beauchamp, en el lugar Timesha pudo abrir los ojos e incluso mirar a las demás personas.

“Fue una pesadilla. Cuando abrieron la bolsa con el cuerpo comprobaron que estaba viva y con los ojos abiertos”,
indicó el abogado.

El representante de la familia agregó que la mujer fue llevada hasta un hospital en la ciudad de Detroit. De momento su estado de salud es crítico, por lo que permanece conectada a un ventilador mecánico.

“Estoy conmocionada. Alguien determinó que mi hija estaba muerta y no lo estaba”, sostuvo Erica Lattimore, madre de Timesha

Desde el Servicio de Salud local indicaron que se iniciará una investigación para establecer las responsabilidades de sus paradémicos, aunque los dos profesionales aseveraron que actuaron de acuerdo a los protocolos de la institución.