En 2017 el mundo conoció la historia del ruso Kirill Tereshin (23), quien comenzó una frenética carrera por conseguir “brazos de acero” y hacerse de un nombre en el mundo del fisicoculturismo. Fue así como, producto del abuso de sustancias, llegó a tener brazos de 60 centímetros de diámetro, situación que lo tuvo cerca de la muerte a mediados de este año.
En concreto, el joven estuvo por dos años abusando de las inyecciones de un compuesto llamado Shyntol, el cual permitía engrosar sus brazos, aunque con terribles consecuencias. De hecho, hay que tener en cuenta que el líquido está fabricado a base de 85% de aceite, 7.5% de alcohol y otro 7.5% de lidocaína.
Alterado por la situación, en julio pasado el joven relató en redes sociales que estaba reuniendo dinero para someterse a una operación que le permitiera quitar la sustancia de sus brazos y sacar el tejido que ya estaba muerto.
Por fortuna, la primera de una serie operaciones se realizó en diciembre en la ciudad de Moscú, donde los cirujanos retiraron gran cantidad de “sustancias contaminantes” de su organismo.
Dmitry Melnikov, médico encargado de la cirugía, indicó a The Sun que el paciente “tenía tres litros de gelatina barata en cada brazo, que le dificultaba la circulación sanguínea”.
Junto con el eso, el equipo retiró todo el tejido muerto que Tereshin tenía en su brazo izquierdo. La operación fue catalogada como exitosa, aunque esto es sólo el comienzo para la recuperación del muchacho.
Desde ya Melnikov indicó que el “popeye humano” deberá someterse por lo menos a otras tres intervenciones para evitar otras complicaciones de salud posteriores, como infecciones o daños permanentes en sus articulaciones.
Según detalló el citado medio, Tereshin recibió la ayuda económica de una influencer rusa llamada Alana Mamaeva, quien es famosa en su país por sus comentarios de moda y haber sido esposa del polémico jugador de fútbol Pável Mamáyev.
En este sentido, Mamaeva fue la encargada de realizar colectas de dinero y eventos en favor del joven, quien meses atrás había confesado estar pasando por una difícil situación económica, que no le permitía costear la operación.
Cabe señalar que Tereshin inició estas transformaciones con el objetivo de lograr premios en concursos de fisicoculturismo y “convertirse en millonario”.
Sin ir más lejos, el joven actualmente tiene 320 mil seguidores en su cuenta de Instagram, donde por años mostró sus cambios físicos a los demás.
