Se trata de una ciudad que lo tiene absolutamente todo, menos personas. En medio de Malasia se proyectó como la ciudad más futurista del planeta, sin embargo, las cosas no salieron como pensaban,

Durante los últimos años, varias empresas presentaron alrededor del mundo proyectos inmobiliarios que prometen ser el paraíso en la tierra, como The World en Dubai y Forest City, en Malasia.

Sin embargo, los resultados distan mucho de lo que sus planos originales prometieron, zonas de lujo y tecnología, amigables con el medio ambiente y por sobre todo, lugares seguros para vivir.

Hechos para que vivieran millonarios en sus instalaciones, la realidad es que estos proyectos sufrieron los embates de la economía mundial y Forest City, se transformó en la “ciudad fantasma” de Malasia.

Pero ¿cómo un proyecto que era perfecto para vivir en un lugar que parecía un centro vacacional eterno se convirtió en todo lo contrario?

Calle de Forest Street vacia
OpenStreetCam | Wikimedia Commons

Forest City: la ciudad de futuro en Malasia

La ciudad modelo del futuro, con esa premisa se presentó Forest City, una ciudad que se construyó en el estado de Johor, al sur de Malasia.

El gigante inmobiliario Country Garden presentó este ambicioso proyecto, moderno y lujoso, donde tendrías todo disponible para hacer de tu vida, un encanto. Desde maravillosas vistas directo al mar hasta tiendas de lujo, para que las compras siempre sean un agrado.

Y así se vendió el proyecto, con edificios gigantes que buscaban albergar a familias, amigos y todos quienes pudieran pagar el lujo de vivir en Forest City.

Sin embargo, las cosas no salieron como se pensaron y cuando la gente debía migrar a sus instalaciones, no lo hicieron.

Llevando un 15% del proyecto original, se estimaba que miles de personas vivirían ahí, sin embargo, la esperanza de que lleguen habitantes es cada vez más baja.

Pero ¿por qué pasó eso? La respuesta está en el motivo de construcción, porque pese a que está construida en una zona paradisiaca de Malasia, está hecha para los estándares de millonarios chinos, que puedan permitirse pagar el vivir aquí, considerando que la oferta de departamentos partía en 170 mil dólares y actualmente están en 1.14 millones de dólares.

Según comentó Xataka, “se construyó desde el primer momento como una ciudad para que los ciudadanos chinos con cierto nivel de adquisitivo pudieran invertir parte de su riqueza en el extranjero. Los desarrolladores del proyecto, entre ellos el propio sultán de Johor, veían un conjunto de propuestas que deberían haber sido irresistibles”.

Sin embargo, eso no ocurrió y la realidad es que solo unos pocos se atrevieron a vivir en Forest City.

Un proyecto estancado

Cuando Country Garden inauguró Forest City se estimó que costaría 100 mil millones de dólares realizarlo.

Sin embargo, eso no era un problema para la empresa que veía como el boom inmobiliario chino le permitía establecer proyectos millonarios, pidiendo sumas millonarias con la excusa de construir hogares para los chinos.

Se supone que Forest City albergaría casi medio millón de personas en una zona que tendría hasta un campo de golf y que, además, sería una metrópolis ecológica, consigna BBC.

Lamentablemente, las cosas cambiaron radicalmente. La crisis inmobiliaria que afectó a China bajó los ánimos del proyecto, junto a una restricción de visado para los compradores chinos en la zona.

A eso, se suma el impacto que generó la pandemia del Covid-19 que afectó negativamente la mayoría de las construcciones del mundo.

Finalmente, la zona que se eligió para construir está muy cerca de Singapur, la separan un puente de dos kilómetros, sin embargo, realmente está rodeada de comunidades que no pueden pagar el costo de vivir en Forest City.

Es por eso que solo se construyó un 15% del ambicioso proyecto, pero la ocupación no llega al 1%, transformando este eje de modernidad y ecologismo en una ciudad fantasma.

Señales de vida

En 2022, una reportera de Business Insider viajó hasta Johor, para conocer en vivo Forest City y lo que encontró la dejó con la boca abierta.

Contó que cuando llegó al aeropuerto, apenas logró encontrar algunas impresiones en los lugareños sobre la ciudad, que está a solo unos kilómetros de sus zonas de habitación.

Aunque mientras se acercaba a la ciudad, solo veía desarrollo con rascacielos de lujo, un centro comercial y dos complejos turísticos, además de un colegio internacional.

Sin embargo, las señales de vida eran cada vez más escasas. Un encargado de uno de los complejos habitacionales, que pidió no ser identificado, señaló que viven unas 20 personas en el edificio.

Las tiendas estaban cerradas hace más de 2 años y la mayoría alberga muebles y cajas. Encontró un restaurante, pero solo un par de personas estaban cenando en el lugar.

Forest City es una zona libre de impuestos, por lo que el alcohol y los cigarros son mucho más baratos que en Malasia, donde el impuesto al alcohol es uno de los más caros del mundo.

Por lo mismo, el único lugar que estaba abarrotado de gente, según la reportera, es la tienda que vende alcohol y cigarros, ya que la gente de Malasia va a Forest City para beber y fumar ahí, porque tampoco pueden contrabandear debido a los estrictos puntos de control.

La ingeniera que logró escapara de Forest City

Uno de los pocos que se atrevió a vivir en Forest City es la ingeniera informática Nazmi Hanafiah, quien se transformó en vecino de la ciudad por seis meses.

Se mudó a un departamento de un dormitorio, pero con vista al mar, en uno de los complejos que se construyeron en la zona.

Todo apuntaba a que era el lugar perfecto, sin embargo, era una ciudad fantasma.

“No me importaba mi depósito, no me importaba el dinero. Solo tenía que salir”, señaló mientras visitó la zona donde vivió, en entrevista con la BBC.

El trauma de vivir ahí fue tan grande que indicó que su piel se puso de gallina cuando volvió, señalando que Forest City “Es un lugar muy solitario por aquí; solo estás tú y tus pensamientos”.

Aunque tenía grandes expectativas al vivir ahí, se encontró con un lugar, a su parecer, espeluznante y nada le importó con tal de abandonar el lugar rápidamente y recuperar su vida.

El futuro de Forest City

La pregunta es qué pasará con Forest City y los cientos de compradores que no pueden vivir ahí, pero tampoco se pueden deshacer de su inversión.

La realidad es que Country Garden afirmó a la BBC que se manifiesta “optimista” ante el proyecto y espera completarlo.

Sin embargo, la compañía inmobiliaria más grande de China está en crisis, recientemente cerraron proyectos en Australia y sus números están en rojo.

Según indicó El Mundo, la crisis es tan grande por las millonarias deudas que acumularon que sus directivos disminuyeron su salario en un 96%, con la misión de salvar la compañía.

Por lo mismo, el futuro de este proyecto inmobiliario es incierto y la posibilidad de que llegue gente a vivir en el lugar es casi nula.