Cuando oímos hablar de orgasmo, lo primero que se viene a la mente es el sexo (en pareja o por autoestimulación genital), pero la verdad es que hay un tipo de clímax que se consigue fuera del contexto sexual y que ni siquiera implica los genitales.

Hablamos del “coregasmo”, u orgasmo del ejercicio, algo que para muchos era un mito hasta que en 2011 la revista académica Sexual and Relationship Therapy dio a conocer un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Indiana, quienes mostraron que hay personas que pueden llegar al clímax mientras realizaban actividad física.

De acuerdo al diario argentino Clarín, el término fue acuñado por la revista Men’s Health en 2007 cuando en un artículo reportaban casos de mujeres que aseguraban haber tenido orgasmos mientras se ejercitaban. Fue así como bautizaron la situación como “coregasm”, palabra que mezcla los término “core” (área que engloba a la región abdominal y parte baja de la espalda) y “orgasmo”.

Para el estudio de Indiana, se analizó a 530 mujeres, de las cuales 124 confesaron que llegaron al clímax mientras practicaban yoga, andaban en bicicleta, corrían o levantaban pesas. La misma investigación señaló que la estimulación de la zona abdominal es la que principalmente lleva al orgasmo a algunas personas.

Pixabay (CCO)
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Debby Herbenick, autora de The Coregasm Workout (que en español significa “El entrenamiento de coregasmos”), ha estudiado el fenómeno durante cinco años y explicó a la revista Cosmopolitan que al menos un 10% de las personas los ha experimentado.

“Son similares a los orgasmos de las relaciones sexuales vaginales, aunque en menor intensidad y con más cosquilleo. Duran aproximadamente el mismo tiempo que los orgasmos durante el sexo y son orgasmos provenientes de los ejercicios de los músculos abdominales”, indicó la experta.

De hecho, uno de los ejercicios que más facilitan el “coregasmo” son los abdominales en la máquina Silla Capitán, que es aquella que permite levantar las piernas mientras nos afirmamos con los brazos. Algunos creen que este ejercicio contraería los músculos del suelo pélvico, los cuales también están implicados en una relación sexual al estimular el clítoris. Así lo cree al menos la sexóloga Sonia García, quien indicó al diario El País que “la estimulación de los músculos del abdomen y del suelo pélvico, el roce genital que puede producirse, un mayor flujo sanguíneo y la segregación de endorfinas pueden producir consecuencias placenteras”.

Pero, Debby dice que no está comprobado que ese sea el origen del coregasmo. “Mucha gente piensa que es debido a la estimulación del punto G o debido al ejercicio de un músculo determinado. Pero ninguna de esas suposiciones ha sido probada. Y aún no hemos podido encontrar un músculo determinado que sea el causante. Además, debido a que los hombres también pueden experimentarlos, no tienen que ver con el punto G”, afirma.

Silla Capitán | Choper Style
Silla Capitán | Choper Style

Aunque se asocian a personas que están más en forma, Herbenick dice que en realidad algunos estudios han mostrado que no está tan claro.

“Después de numerosos estudios y análisis de resultados, se ha demostrado que no, no hay un prototipo de mujer más proclive a experimentar coreorgasmos, ni tampoco un número de repeticiones. Lo que sí que se ha comprobado es que los coreorgasmos se producen con el esfuerzo físico, por lo que a los principiantes en el ejercicio les llevaba menos tiempo que a los atletas profesionales alcanzar ese punto de excitación”, explicó Debby.

“Con todo esto no estamos presentando un ejercicio que facilite orgasmos a todo el mundo. Creemos (y nuestros estudios lo verifican) que hay formas de hacer deporte que pueden incrementar tu excitación. La lección global que puedes aprender sobre cómo controlar tu cuerpo se traducirá, seguramente, en un mejor sexo”, expresa.

Needpix (CCO)
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Por otro lado, la experta asegura que la mayoría de los coregasmos no ocurren cuando se tienen pensamientos sexuales. “Se trata de algo únicamente corporal. Cuando las mujeres se concentran en los ejercicios que están haciendo y en la zona, es cuando son más propensas a experimentar mayor excitación. Algunas de las mujeres del caso dijeron que son incapaces de experimentarlo ya que el instructor las distrae”, reveló.

Ellos también los han experimentado, pero es más incómodo

El coregasmo no es algo exclusivo de las mujeres. También hay reportes de hombres que lo han experimentado, pero es más incómodo.

“No todos los hombres desean experimentarlos porque les puede conducir a la eyaculación. Lo que sí es fascinante es que la mayoría de los hombres no tiene erección antes de eyacular”, asegura Herbenick.

“En general, tienden a comenzar temprano, entre los 7 y 12 años, sin saber muy bien lo que es. Los hombres tienen mejor forma física que las mujeres por lo que es más complicado que experimenten coreorgasmos. Un ejercicio que dio bastante buen resultado fue la escalada”, comenta.

Pixabay (CCO)
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Los ejercicios en que más se reportan coregasmos

Herbenick señala que “no conocemos los músculos específicos que lo causan. Lo que sí es que hay tipos claros de ejercicios. Y no suele ocurrir durante la tercera repetición, sino más bien cuando fatigas a tus músculos al hacer ejercicios de core. Para algunas personas, la clave está en realizar 20 minutos de cardio y luego inmediatamente entrenamientos de abdominales, en lugar de descansar entre medias”.

Algunos ejercicios en los que más se ha repetido este fenómeno -según Clarin- son los abdominales en colchoneta con piernas cruzadas y elevadas, el levantamiento de piernas en 90 grados en la silla capitán, el alzamiento de piernas colgados de una barra y los abdominales en banca con 45 grados de inclinación.

Salud 180
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Aunque se sabe que hay ciertos ejercicios más proclives, Herbenick señala que el coregasmo no debería convertirse en otro objetivo en el gimnasio. “No quiero que esto se convierta en otra meta para las mujeres. Con los coreorgasmos se trata de ti misma con tu cuerpo, donde tú tienes el control para excitarlo y sentirte bien”, indica.

Una visión similar tiene la sexóloga Sonia García, quien indica que “la clave está en disfrutar de lo que hacemos y si ocurre, se disfrutará, pero sin obsesionarse con su llegada, ni durante la práctica de deporte, ni durante la práctica sexual, porque se dará el efecto contrario. Cuanto más se busque el orgasmo más complicado será que llegue”.