Las esponjas son muy útiles y ayudan a dejar más limpias las superficies y utensilios de la cocina o el baño, pero también son caldo de cultivo para el moho y las bacterias. Lo peor es que, a diferencia de lo que pensamos, limpiarlos no sirve de mucho.

La revista Scientific Reports publicó un estudio que indica que, intentar desinfectar las esponjas o estropajos mentiéndolos al microondas o hirviéndolos, no sirve para reducir el número de bacterias que puede tener, sino que puede incluso aumentarlas en algunos casos, informó el periódico digital Huffington Post.

Recordemos que esto supone un problema, sobre todo si tenemos en cuenta que un estropajo es la mayor reserva de bacterias activas de una casa. Es decir, una esponja o paño para limpiar puede tener más bacterias que el inodoro.

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“En estudios anteriores se había demostrado que hervir el estropajo o meterlo en el microondas reducía de forma significativa la carga bacteriana y, por lo tanto, podía considerarse una medida de higiene válida. Sin embargo, según los datos que hemos obtenido, los estropajos esterilizados no contenían menos bacterias que los que no se habían intentado desinfectar”, se explica en el nuevo trabajo.

Agregan que las bacterias son tan resistentes que sobreviven al proceso de higienización y vuelven a colonizar rápidamente los nichos que han quedado libres. “Aunque se necesitó llevar a cabo análisis más exhaustivos, como experimentos de esterilización controlada para sustentar estas conclusiones, los datos obtenidos permiten afirmar con bastante seguridad lo anterior”, concluyen.

Así que, en vez de limpiar una esponja o paño viejo para intentar salvarlo, los autores del estudio recomiendan tirarlo. Incluso existen otras alternativas para fregar los platos, como utilizar un estropajo de silicona, ya que al no tener poros no acumular tanta carga bacteriana.