Lacey Spears es una bloggera estadounidense que fue condenada en 2015 a 20 años de prisión, debido a que asesinó a su hijo de 6 años,Garnett, al envenenarlo con dosis letales de sal en enero de 2014, crimen del que se declaró inocente en el juicio.

Durante el proceso se planteó que la mujer padece el Síndrome de Munchausen por poder (MSBP), que es “una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil. El cuidador del niño, con frecuencia la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo”, explica la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.

Previo al fallecimiento del menor, Spears revelaba en un blog llamado Garnett’s Journey (El viaje de Garnett) los presuntos problemas de salud que padecía su hijo.

Y ahora, un nuevo libro llamado My Sweet Angel (Mi dulce ángel, en español) escrito por John Glatt, conocido autor de libros biográficos y sobre crímenes, reveló que la madre habría enfermado a otros 3 niños, hijos de amigas a quienes cuidaba, antes de causarle la muerte al suyo.

Tras 18 meses de investigación, el autor descubrió que los 3 niños se enfermaron mientras ella estuvo a su cargo y desarrollaron infecciones crónicas al oído, que involucraban secreción de pus.

Luego, cuando ella dejaba de cuidarlos, los niños mejoraron su condición de salud, informó el medio británico Daily Mail.

En tanto, la mujer le causó a su hijo severos complicaciones de salud, entre los que se encuentran vómitos, convulsiones, sangrado de oídos debido a infecciones y problemas digestivos.

Madre que mató a su hijo con dosis letal de sal enfermó a otros 3 niños que cuidaba
Lacey Spears con Garnett | Facebook

En el juicio, los fiscales indicaron que Spears llevó a su hijo a 20 médicos diferentes para tratarlo, incluso al punto de convencer a un doctor de que le pusiera un tubo gástrico al niño, pese a que éste estaba sano.

En 2014, la madre obligó a Garnett a comer grandes concentraciones de sodio, lo que provocó que cayera al hospital. Allí pareció recuperarse al principio, pero mientras estaba internado Spears llevó a su hijo al baño del recinto para seguirle dando sal a la fuerza. Tras ello fue trasladado a otro centro asistencial, donde finalmente murió.

En dicho lugar, le habían advertido que el niño no debía tomar agua. No obstante, luego de la muerte del menor, el personal encontró una botella de agua oculta bajo la cama donde había sido atendido.