Las autoridades rusas aseguraron el viernes querer soltar a 11 orcas y 90 belugas, que según los ecologistas se encuentran retenidas en condiciones exiguas y de frío extremo para ser exportadas a China.

Desde hace varios meses, las piscinas de un centro marítimo de la bahía de Srednyaya, cerca de la ciudad de Najodka, en el Extremo Oriente ruso, están en el centro de un escándalo que ha traspasado las fronteras de Rusia.

Según la oenegé Greenpeace, los animales marinos están retenidos en condiciones que violan las normas veterinarias y sanitarias, en lugares “extremadamente exiguos” y expuestos a un frío potencialmente mortal. Estos animales estarían destinados a ser exportados ilegalmente hacia parques acuáticos en China.

En medio del escándalo, las autoridades rusas abrieron el jueves una investigación por “maltrato” y publicaron un video en el que se muestra a los trabajadores lanzando pescado a los animales.

Beluga | Pixabay (CCO)
Beluga | Pixabay (CCO)

El comité de investigación ruso afirmó en un comunicado que los mamíferos tendrán que volver a aprender a comer normalmente para poder ser puestos libertad con total seguridad, lo que llevará varios meses.

En una carta dirigida al presiente ruso, Vladimir Putin, el director y ecologista Jean-Michel Cousteau, hijo del comandante Cousteau, y varios científicos pidieron a finales de enero la liberación de los mamíferos y propusieron su experiencia para ayudarlos a volver a la naturaleza.

Greenpeace por su parte pide que los animales sean trasladados a un verdadero centro de rehabilitación y sean examinados por “expertos independientes que no estén relacionados con empresas de pesca local”, afirmó a la AFP Oganes Targoulian, un responsable de la oenegé.

Según él, tres crías de beluga ya habrían muerto.