La Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgó este lunes su aprobación de emergencia a la vacuna anticovid-19 de Astrazeneca, dando un nuevo impulso a las campañas de inmunización que en América Latina, como en otras regiones, avanzan a diferentes velocidades.

El visto bueno a Astrazeneca allana el camino para la distribución de cientos de millones de dosis a países desfavorecidos privados hasta ahora de vacunas contra la enfermedad.

Aunque las campañas de inoculación han ido ganando ritmo, con casi 172 millones de dosis administradas en todo el mundo, la mayor parte de ellas han ido a parar a los países más ricos.

La inyección de AstraZeneca, que es más fácil de almacenar y de transportar que algunas de sus rivales, representará casi todas las dosis que se enviarán en el marco de Covax, un programa internacional diseñado para garantizar que los países pobres no se queden sin ella.

“Hoy tenemos aún más razones para tener esperanzas de controlar la pandemia de covid-19″, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una rueda de prensa.

Los gobiernos tienen puestas sus esperanzas en las vacunas para acabar con una pandemia que ha matado a más de 2,4 millones de personas, aunque el proceso de inoculación sigue suscitando polémica.

La ministra de Relaciones Exteriores de Perú se convirtió el domingo en la última figura de alto nivel en dimitir tras ser cuestionada por vacunarse antes del inicio formal de la campaña de inmunización.

Varios vacunando, pero a su propio ritmo

En el resto de la región, las campañas de vacunación avanzan a diferente ritmo.

Chile comenzó este lunes a vacunar a los profesores de educación básica y media con el objetivo de reanudar las clases presenciales en marzo, tras casi dos semanas de un masivo programa de inmunización que ya benefició a más de 2 de los cerca de 19 millones de habitantes del país.

Por su parte, Colombia recibió este lunes un primer lote de 50.000 vacunas y empezará a inyectar las primeras dosis el 20 de febrero.

Los mexicanos mayores de 60 años empezaron a ser vacunados esta jornada tras una primera etapa del plan de inmunización enfocada en el personal médico que se dilató casi un mes por demoras en la entrega de dosis.

“Qué bueno que ya llegó y con un privilegio para nosotros de la tercera edad”, dijo Carlos Alvarado, comerciante de 63 años, usando un tapabocas estampado con la frase “pinche covid”, mientras esperaba la dosis en un centro de salud de Milpa Alta, un municipio en el sur de Ciudad de México.

En tanto, Rio de Janeiro, la segunda capital más golpeada por el coronavirus en Brasil, anunció la suspensión de su campaña de vacunación hasta la semana próxima por falta de dosis.

Por otra parte, Reino Unido ha recibido elogios por la rapidez de su campaña de vacunación, con más de 15 millones de personas que han recibido una primera dosis en este país de casi 67 millones de habitantes.

Sin embargo, sigue siendo uno de los países más afectados del mundo, con más de 117.000 muertos.

Por ello, hoy dio inicio a la cuarentena obligatoria en los hoteles para las personas procedentes de países de alto riesgo.

El coste de la estancia, que corre íntegramente a cargo del viajero, es de 1.750 libras (casi 2.000 euros, unos 2.400 dólares), incluidos los test.

El dilema de las escuelas

La cuarentena en los hoteles tiene por objetivo limitar la propagación de las nuevas cepas altamente infecciosas de coronavirus.

Pero Reino Unido también fue el origen de una de las variantes que desde entonces se han extendido por todo el mundo, siendo Nueva Zelanda el último país en detectar la cepa británica.

Al menos dos personas han dado positivo a la cepa en Auckland, lo que ha llevado a la primera ministra, Jacinda Ardern, a ordenar el cierre de la ciudad durante tres días a partir de hoy.

“Sé que todos sentimos lo mismo cuando esto sucede: no otra vez”, dijo.

“Pero recuerden que ya hemos estado aquí antes. Eso significa que sabemos cómo salir de esto… juntos”, afirmó.

El gobierno de Vietnam, otro país cuya respuesta al covid-19 se ha ganado la admiración del resto del mundo, anunció 15 días de restricciones en una provincia del norte que se encuentra en el centro de un creciente brote.

En cambio, Sudáfrica reabrió las escuelas el lunes, a pesar que algunos padres temen que la medida sea prematura.

“Sólo tengo que confiar en que el sistema cuidará de mi hijo”, dijo Kelebogile Ngwenya, de 37 años, mientras dejaba a su pequeño en una escuela de Johannesburgo.

En el vecino Zimbabue, las autoridades sanitarias se preparaban para empezar a vacunar a pesar de la creciente crisis económica y los escasos recursos, tras recibir un primer lote de la vacuna china Sinopharm.

“Frustrante”

En Europa, Alemania advirtió que no descartará restricciones en su frontera con Francia después de haber cerrado ya parcialmente el paso hacia Austria y República Checa.

El portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert, dijo que el cierre de fronteras era un “último recurso”, pero que Alemania tenía que hacer todo lo posible para frenar la propagación de las nuevas cepas.

Y también hubo nuevas frustraciones para los vacacionistas, ya que el gobierno italiano prohibió la reapertura de las estaciones de esquí justo un día antes que se permitiera a los aficionados volver a las pistas.

“¡Es tan frustrante! ¡Nos toman el pelo!”, protestó Matteo Morsia, un esquiador de 27 años que había viajado 200 kilómetros para llegar de Milán a los Alpes italianos.