Orgasmo sinestésico: el inusual fenómeno sexual donde los colores se escuchan o sonidos se saborean

Orgasmo sinestésico se llama al inusual fenómeno sexual en donde el protagonista escucha los colores, o saborea los sentidos, es decir, conecta el placer físico y el sensorial.

Aunque parezca algo completamente irracional, en el mundo existen personas que pueden experimental el placer sexual a través de la combinación de sentidos. Aquello es llamado sinestesia.

Esto último se da cuando una “persona puede escuchar colores, saborear sonidos o asociar una emoción con un aroma“, explica a BioBioChile Fernando Schifferli, Neurólogo de IntegraMédica.

De acuerdo al experto, el hecho ocurre “porque en el cerebro se activan distintas áreas al mismo tiempo, generando una experiencia sensorial más intensa o diferente“.

Schifferli detalla que aquel fenómeno ocurre de forma natural, pero también se encuentran casos relacionados “con estados de relajación profunda, experiencias emocionales intensas o el uso de ciertos medicamentos o sustancias”.

Orgasmo sinestésico

El orgasmo sinestésico, en específico, es una experiencia en la que el placer sexual se combina con otras sensaciones, como colores, sonidos o imágenes mentales.

El doctor Schifferli indica que este fenómeno se “produce cuando las redes del cerebro que procesan los sentidos, las emociones y la sexualidad se conectan de una manera distinta“.

Estudios han indicado que el orgasmo puede inducir a una percepción visual en un 2% de las personas con sinestesia, según detalla Women’s Health.

Por ejemplo, acariciar, besar o llegar al orgasmo puede desencadenar visiones de colores, formas e, incluso, percepciones del gusto y del olfato.

“Algunas personas con sinestesia hablan de la aparición de colores azulados al llegar al clímax. Además, describen la experiencia como el derrumbe de un muro y la entrada en otro estado de conciencia, similar al producido bajo la influencia de sustancias psicoactivas”, aseguran los expertos al medio.

Fenómeno natural e impulsado por fármacos

Sin embargo, este proceso se trata de algo netamente fisiológico, o impulsado por el uso de medicamentos, tal como afirma el especialista.

“Hoy en día, muchas personas viven con altos niveles de estrés, poco tiempo para el descanso o las relaciones afectivas, y con un uso frecuente de medicamentos para dormir o tratar la ansiedad. Todo eso puede alterar la forma en que el cuerpo y el cerebro experimentan el placer”, asegura Schifferli.

“En algunos casos, el empleo de fármacos como antidepresivos o estimulantes pueden modificar los niveles de dopamina —la sustancia relacionada con el placer— y hacer que el cerebro “redirija” esas sensaciones a otros sentidos, generando experiencias sinestésicas”, añade.

Cabe destacar que este fenómeno se da con poca frecuencia, pues según el especialista, depende de cómo funciona y se conecta el cerebro de cada individuo.

Por su parte, esta situación también puede significar un daño para las personas, ya que la sinestesia puede transformarse en una manifestación de algo anormal que afecte a la persona o a su entorno.

“Por ejemplo, pueden presentarse conductas impulsivas o confusas cuando alguien no está completamente consciente o bajo efectos de medicamentos”, detalla el especialista.

Buscar ayuda en especialistas

Aquello también puede significar un problema con la pareja. “Las vivencias sinestésicas pueden estar asociadas a una represión de las experiencias amorosas y sexuales, así como a una distorsión en la comunicación entre redes neuronales, lo que modifica las sensaciones y emociones vinculadas a la sexualidad”, afirma Schifferli.

A raíz de aquello, el llamado es acudir a un experto cuando las conductas se repiten o interfieren con la vida diaria.

“Es conveniente que estas sensaciones sean evaluadas por médicos que tengan una documentación neurocientífica, o por médicos o psicólogos que tengan formación en Medicina del Sueño”, concluye Fernando Schifferli.