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En un avance médico sin precedentes, cirujanos austríacos del Hospital Universitario Kepler de Linz han llevado a cabo con éxito el primer implante de mandíbula de cerámica impresa en 3D, ofreciendo una alternativa prometedora a los complejos trasplantes óseos necesarios para pacientes con problemas graves en la mandíbula. El implante, fabricado por la empresa Lithoz, se colocó bajo el periostio en una única intervención quirúrgica, reduciendo significativamente el tiempo de cicatrización en un 75% en comparación con los métodos convencionales. Este avance, parte del proyecto INKplant financiado por la Unión Europea, demostró ser más compatible con el cuerpo que el titanio, comúnmente utilizado. Este hito en la medicina maxilofacial representa un avance crucial en el tratamiento de pacientes con mandíbulas gravemente atrofiadas, ofreciendo una solución menos invasiva y con mejores resultados de integración, abriendo nuevas perspectivas en el campo y mejorando la calidad de vida de los pacientes.
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