En estos días, es común escuchar conversaciones relacionadas con la psilocibina, la sustancia que se encuentra en los llamados "hongos mágicos" que permitirían cambiar los patrones cerebrales. Aunque los estudios prometen nuevos usos, lo cierto es que este componente se encuentra lejos de ser autorizado para su ingesta.

La terapia con psilocibina -sustancia que se encuentra en los hongos mágicos- podría convertirse en una herramienta para tratar la depresión.

Si bien todavía es un escenario hipotético, porque el cultivo, venta y distribución, es ilegal en varios países -incluido Chile-, hoy los tratamientos relacionados con la psilocibina, genera adhesión en personas y científicos.

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Pero los hongos psicodélicos, que pueden ser encontrados de forma natural, en la bosta de vacas o cultivarse en casa, poseen un riesgo a la salud de las personas.

Ya que esta sustancia, puede provocar cambios cerebrales, puesto que puede gatillar una serie de episodios psicóticos, en personas con esquizofrenia o trastorno bipolar.

En conversación con The New York Times, el profesor de psiquiatría, Michael Bogenschutz, quien dirige el Centro para la Medicina Psicodélica del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, detalló que los estudios clínicos, se habían realizado en grupos, para descartar que tuvieran problemas psiquiátricos.

El impacto de los hongos en el organismo

Asimismo, son los posibles efectos terapéuticos de los hongos, que permiten explicar su actual atractivo.

De hecho, sus defensores afirman que se podría tratar a los pacientes en unas pocas dosis, teniendo en cuenta la historia clínica del paciente.

En el caso de Chile, el Ministerio de Salud (Minsal) creó un equipo para estudiar su uso medicinal. Recordemos que hoy no existen productos registrados con partes
de esta especie ni de su principio psicoactivo.

La psilocibina puede generar alucinaciones.

Para entender el impacto de su ingesta, hay que recordar que la psilocibina, es un hongo capaz de generar alucinaciones y alteraciones de conciencia. Y entre otros efectos, está perder el sentido del tiempo y el espacio. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, describen que “las personas que toman psilocibina también pueden sentir emociones intensas que van desde la felicidad hasta el terror”.

Mientras tanto, los centros de investigación buscan dilucidar cómo utilizar los hongos alucinógenos en un tratamiento médico. Ya algunos países se han abierto a experimentar con nuevos tratamientos.

El milagro (y el peligro) de los hongos mágicos

En julio del año pasado, Australia fue el primer país en autorizar el uso de los hongos, en casos de depresión.

Según una nota de DW, Australia legalizó estas sustancias, después de que la Administración de Productos Terapéuticos (TGA en sus siglas en inglés) del país, sostuviera que los ensayos habían encontrado que eran “relativamente seguras” cuando se usaban en un “ambiente controlado médicamente”.

Consultado al respecto, Francisco Álvarez Román, académico de Química y Farmacia, de la Universidad Andrés Bello, indicó a BioBioChile que en el futuro es probable que el uso del alucinógeno psilocibina sea vendida en un formato “similar a las pastillas”.

En este punto, hay que recordar que son tres las drogas de interés: la psilocibina, que proviene de los hongos, y las drogas sintéticas como MDMA y ketamina. Adicionalmente esta última, es usada para tratar trastornos bipolares.

El especialista en Química y Farmacia, recalca que “todas estas terapias, hay que utilizarlas en un contexto clínico, supervisados por profesionales, no son opciones que estén a libre venta, por ejemplo, sólo los neurólogos o psiquiatras pueden prescribir ketamina”, comenta.

En general, los efectos tóxicos aparecen cuando el consumo es recreativo, porque las personas adquieren estas drogas en el comercio ilegal, donde las dosis son mucho más altas que cuando se están utilizando con fines terapéuticos, reitera el académico.

Sobre la posibilidad de realizar una prescripción, la actual regulación sanitaria de Chile, no lo permite.

¿Qué debe pasar para que los hongos mágicos sean legales?

Para que se transforme en medicamento, es necesario que cumpla con los estudios preclínicos y estudio clínicos. En el caso de la psilocibina, la desventaja reside en que los estudios sobre este alucinógeno, se apoya en investigaciones parciales.

La psilocibina podría aliviar la depresión

En cuanto a los estudios que miden el impacto de la psilocibina. Varios prometen resultados auspiciosos. Uno de ellos, es la investigación publicada en 2022, realizada por la revista New England Journal of Medicine. Tras el análisis de 22 centros de países europeos, de Canadá y Estados Unidos, el estudio demostró que una única dosis de 25 miligramos permitió aliviar los síntomas de la depresión.

“Este estudio, que es con mucho el mayor ensayo clínico hasta la fecha sobre el uso de la psilocibina para la depresión, demostró que una única dosis de 25 miligramos mejoró los síntomas de los participantes en comparación con una dosis de 1 miligramo”, afirmó James Rucker, uno de los autores, a DW.

“Debemos ser cuidadosos”

En la actualidad, el Centro para la Investigación de Alucinógenos y la Conciencia de la Universidad Johns Hopkins, se encuentra analizando a la psilocibina, que permitió avanzar en conceptos como la neuroplasticidad, que es “la capacidad del cerebro para cambiar y reorganizar los patrones de pensamiento, lo que permite a las personas con trastornos psicológicos encontrar nuevas formas de procesar la ansiedad”, sostiene una nota de The New York Times.

Aunque los investigadores sostienen que aún falta trabajo que hacer. “Debemos ser cuidadosos y no prometer de más, pero estos compuestos son interesantes y tienen numerosos usos posibles”, reveló Roland Griffiths, pionero en la investigación de psicodélicos al Times.

Un estudio realizado por la revista JAMA Psychiatry de 2021, demostró que la psilocibina puede provocar sudoración, ansiedad, temblores, cambios en la presión arterial, aumentar la frecuencia cardíaca y paranoia.

En la opinión del médico Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández de Buenos Aires, la ventaja de la psilocibina es que “no genera dependencia”, indicó al principio de la entrevista.

Sin embargo, el especialista enumeró las deficiencias para avanzar en la elaboración de un medicamento. “De hecho, se probó como antidepresivo y se descartó. Como es un alterador de la realidad, crea un escenario de fantasía. Y pone en riesgo la vida de quien consume. Una alucinación puede derivar en una caída, por ejemplo, con consecuencias graves o fatales”, sostuvo a elDiario.AR.