Para muchos abrir los ojos bajo el agua es gracioso, sin embargo, los riesgos que esto tiene pueden llegar a ser muy graves.

Las piscinas o la playa son uno de los lugares favoritos durante el verano, sin embargo, hay muchas personas que tienen la mala costumbre de abrir los ojos bajo el agua, sin conocer los peligros que esto puede traer.

Generalmente, sobre todo cuando son más jóvenes, hay personas que dicen “no, si no me pasa nada”, “no, si yo puedo abrir los ojos bajo el agua y después veo bien”. Por muy “gracioso” que sea para algunos, no es algo que se debe hacer de manera prolongada (por algo existen los lentes para el agua).

No hay que olvidar que las piscinas tienen una alta concentración de cloro y otros químicos, que permiten mantener y limpiar el agua.

La Dra. Muriel Schornack, experta ocular de Mayo Clinic, señaló que “el cloro es un desinfectante muy poderoso que, en realidad, daña las capas celulares externas que protegen la córnea”.

Abrir los ojos de manera ocasional no es problema, pero hacerlo de manera prolongada puede causar daños temporales, agrega Mayo Clinic.

Riesgos de abrir los ojos bajo el agua

Entre los problemas que esto produce, está que “el ojo se irrita y se pone rojo; puede también haber fotofobia, o sensibilidad a la luz. La visión posiblemente se vuelva borrosa y los ojos pueden sentirse irritados o hasta adoloridos”, añade Schornack.

Pese a que en la mayoría de los casos los síntomas incómodos duran poco, la recomendación siempre es usar lentes para el agua.

En el caso de agua de mar la situación no es muy distinta. Según señala la Clínica Oftalmológica Pasteur, las bacterias presentes en el agua puede infectar un ojo irritado, lo que llega a una infección grave que incluso puede poner en peligro la visión. Esto se llama úlcera corneal, añade la página.

Esto es una llaga abierta en la córnea que causa un intenso dolor y puede causar ceguera si no se trata bien.